El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
Sería un error incurrir en el reptilismo profano y hacer la «talacha» de otros, pero ahora que abordan el tema, es necesario darle continuidad.
Es inverosímil, incongruente, curioso, que de la misma forma que el alcalde perredista de Acapulco, Jesús Evodio Velázquez Aguirre, no ha cumplido con sus declaraciones de «intereses», «fiscales» ni «patrimoniales», como lo había prometido, su acusador favorito, el diputado coahuilense del Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Sóstenes Berdeja Mejía, se halle en la misma situación.
A menos que se trate de algún error de los «duendes» de la internet, no se halló registro alguno que compruebe que el promotor de la iniciativa de la «Ley Anticorrupción para el Estado de Guerrero», conocida como «Ley 3 de 3» –que tiene por objeto que los funcionarios públicos, representantes populares y gobernantes hagan su declaración patrimonial, fiscal y de intereses de forma periódica y pública–, es buen juez y ejemplo de sus homólogos de oficio.
Aunque en el portal «Atlas Político» se hallan enlaces hacia las páginas que, supuestamente, contienen las declaraciones patrimoniales del llamado «zar anticorrupción» de Guerrero, ninguno de estos vínculos contienen informe alguno al respecto.
Es triste, lamentable, que quien acusa y pone el dedo en la llaga padezca los mismos males que el «pecador» que viperinamente crucifica.
No, no se trata de defender al alcalde de Acapulco, no. Evodio Velázquez está obligado a cumplir con las políticas de transparencia que le demanda la ley. No hacerlo significaría que no es un político honesto, transparente, como pregona.
Empero, para que la «sal y el limón» que el Movimiento Ciudadano de Luis Walton surtan efecto sobre las llagas del presidente de Acapulco, el MC y sus «zares anticorrupción» deberían ser más congruentes y predicar con el ejemplo. Acusar es fácil, probar la acusación es lo complicado. Al MC le ha resultado fácil utilizar el dedo flamígero por todas partes, pero parece que quienes disparan se hallan en el mismo sepulcro que pretender pintar de blanco para que se vea más bonito y hieda menos.
Tampoco se trata de exhibir al diputado plurinominal Ricardo Mejía, está en su derecho de señalar y proponer. Para eso se «ganó» el derecho de ser representante del MC en el Congreso de Guerrero… aunque no se haya «despeinado» para conseguir un voto. Pero bueno, así se estila en México, «mantener» hasta a los que no nos representan ni se ganan el derecho de admisión «con el sudor de su frente».
Por todo lo demás, se aplaude que el diputado Mejía esté desquitando el salario con las iniciativas contra los pederastas y los políticos y servidores públicos reacios a la honestidad y la transparencia. No obstante, sería menos complicado creerle todo si fuera uno de los políticos que predican con el ejemplo y no solo son buenos para ver el punto negro en medio de la hoja blanca.
En el portal de referencia a la ley que Mejía Berdeja propone en Guerrero (#Ley3de3), tampoco figuran las declaraciones patrimoniales ni fiscales de la diputada Magdalena Camacho Díaz ni de Silvano Blanco de Aquino.
Lo que es peor, a nivel nacional, tampoco hay registro alguno de declaración patrimonial o de cualquier otra índole de parte de Dante Delgado Rannauro, líder nacional del Movimiento Ciudadano, como tampoco de Luis Walton Aburto, ex alcalde de Acapulco, ex diputado federal, ex Senador de la República, ex dirigente nacional y actual dirigente del MC en Guerrero. ¿Motivos? «Cuestión de seguridad», es decir, para no poner en riesgo su integridad física ni la seguridad de su familia, según dijo el 14 de abril del 2015, en franco desacato a la ya existente Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, que obliga desde el Presidente de la República hasta el menor servidor público de cualquier entidad o municipio a cumplir con su declaración patrimonial… pero para el dirigente estatal del MC esa es y será su postura inquebrantable.
Si así es la cosa con el guía moral del MC, ¿por qué tanta saña y faramalla contra Evodio Velázquez?
Mejor aún, para qué promueve Ricardo Mejia otra ley de Transparencia o Anticorrupción que su propio patrón y jefe político en Guerrero, Luis Walton Aburto, va a ser el primero en desacatar?
Reiteramos, no es una defensa ultra a favor del alcalde de Acapulco. Es tarea de su oficina de prensa defenderlo hasta con la bacinica de los dardos venenosos de sus detractores. A los periodistas nos corresponde investigar y dar fe del saldo de las investigaciones.
No, «no hagan olas»… falta mucho para la marea roja, pero solo una duda: ¿Será qué es así como actúan casi todos los ex priístas, acusando y difamando sin probar sus acusaciones ni mirarse al espejo antes de lanzar el escupitajo para arriba? Luis Walton fue priísta, Ricardo Mejía fue priísta… y hasta el líder nacional del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Ronnanuro, fue priísta. Pareciera que ahora quieren sacar la paja de los ojos de sus «enemigos» sin que puedan sacar ellos mismos las vigas que les impiden mirarse a sí mismos con claridad.
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Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos by Efecto Espejo