Se tienen nombres y apellidos (…), tenemos detectados a los servidores públicos que son federales y municipales: ¡Se castigará a todos los responsables de haber otorgado permisos irregulares en la construcción de viviendas en zonas de humedales en Acapulco.
— Ángel Aguirre Rivero, exgobernador de Guerrero. (Enero 8 de 2014)
Ninguno de los tres ámbitos de gobierno queda libre de implicaciones; sí habrá responsabilidades.
— Jorge Carlos Ramírez Marín, secretario federal de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. (Septiembre 13 de 2014)
¿Y… el rigor con que aplicarían la ley contra quienes permitieron la construcción de casas de interés social en humedales del Acapulco Diamante?
¿Vienen de rodillas la ley y la justicia o siguen pensando si es correcto aplicar «castigo ejemplar» contra los responsables, algunos de los cuales siguen con fuero político al desempeñarse como secretarios de estado, directores y hasta asesores de presidentes, diputados y senadores?
Señores autoridades, aunque se agradece la ayuda, no es tiempo de ufanarse por la solidaridad mostrada a quienes se vieron nuevamente afectados con las lluvias de ayer, esa es parte de su obligación como gobernantes; justo en estos momentos más ayudaría Héctor Astudillo si pudiera poner un chispazo de ese «orden» tan cacareado en su gobierno aplicando la ley contra las constructoras y los expresidentes que avalaron las licencias de construcción de viviendas en áreas pantanosas que en cada temporada de lluvias pone en peligro de los que las habitan.
El buen juez por su casa empieza,Sr. Astudillo. Ojalá aproveche el momento para poner un ejemplo de su capacidad para imponer el orden, ya que gobernadores van y vienen prometiendo lo mismo: «aplicaremos todo el rigor de la ley contra los responsables»…. y resulta que los responsables o son sus compadres o amigos que son los primeros en ser nombrados en el gabinete para no ser afectados con «el castigo ejemplar de la ley».
En contraparte, sería injusto cargarle toda la responsabilidad del «muertito» al gobierno.
Existen muchos mexicanos que diariamente se quejan de todo, pero guardan silencio en los momentos que se requiere que griten.
Al respecto, existe un contrato de compra-venta que detalla muy bien las cláusulas y las responsabilidades que corresponden a cada parte: comprador y vendedor. Es un lástima que la mayoría de los mexicanos estemos acostumbrados a firmar sin leer.
He aquí las consecuencias, no hay más que decir al respecto. Estamos seguros que entiende hasta el perico que sufrió más las inclemencias de la lluvia encerrado en la jaula olvidada en el patio de servicio.
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