S.O.S. Presidente
] El Brujo Chiripero
En el contexto de sus declaraciones difundidas a nivel nacional, el 3 de noviembre del 2015, el «defeño» que actualmente funge como secretario técnico del Gobierno de Acapulco y asesor presidencial personal, en materia de «seguridad, política externa y comunicación social», del alcalde acapulqueño Evodio Velázquez, el exvocero de seguridad estatal había aseverado que en torno a la operación coordinada «Guerrero Seguro» seguían «trabajando día y noche para recuperar lo antes posible la tranquilidad (de Acapulco)». (Y) estimó que aunque «el proceso para llegar a ser el destino más seguro (tomaría) algunos meses», y pese al resurgimiento de los hechos delictivos, sostuvo con placeba seguridad que «las cifras reales nos indican que los índices delictivos van cuesta abajo, mientras que la seguridad sigue ganando espacio».
Es obligatorio destacar que estos augurios fueron emitidos mientras Arturo Martínez Núñez alternaba funciones en dos estados:
(a) Una, como vocero de seguridad del denominado «Operativo Conjunto Guerrero Seguro», en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero (2011-2014),
(b) y dos: como titular de la ‘hechiza’ Coordinación Estatal de Comunicación Social del Gobierno de Morelos, donde percibía un salario mensual de 64 mil 108 pesos (más 100 mil extras procedentes de «otros ingresos» como servidor público), por sus leales servicios al polémico gobernador perredista de origen tabasqueño, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu (2012-2018), a cuyo cargo renunció «por motivos personales» el 2 de agosto de 2016, fecha en que fue suplido por Miguel Ángel Sandoval, según información difundida por el secretario de Gobierno del Estado de Morelos, Matías Quiroz Medina.
No se explica si estos «motivos personales» están relacionados con la peor crisis que, como vocero, enfrentó al lado de su jefe Graco Ramírez, durante los «escándalos de las fosas de Tetelcingo y, después, con el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota», además del enfrentamiento político entre Graco y el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, y las acusaciones contra Federico Figueroa, Fidel Demedicis y el alcalde de Tlaquiltenango, Enrique Alonso», como bien reseña el periodista Jesús Castillo en el portal Periodismo sin Censura, quien en sus indagaciones en torno al «fantasmagórico» excoordinador estatal de Comunicación Social del gobierno de Graco Ramírez descubrió que en su Declaración de Intereses y Situación Patrimonial que entregó a la Contraloría del Estado, en el apartado donde se le pide que mencione si «es su deseo hacer pública la información considerada como confidencial», el exvocero graquense puso una «X» en la opción «NO,» hecho que fue considerado como renuncia al derecho a mantener sus datos en la confidencialidad, incidente que pudo haber ocasionado su separación del cargo.
Pero eso no fue todo. En dicha declaración, Arturo Martínez Núñez puso como «grado máximo de estudios» que solo cuenta con “Educación Media Superior” y “Sin Cédula”, no obstante, los cargos que ha ostentado siempre han sido con grado de licenciatura, como el caso del Gobierno de Guerrero, donde fungía como secretario de Cultura y aparecía (y aparece) como “Lic”. Arturo Martínez Núñez.
Al respecto, es posible que el periodista morelense se haya confundido con el término «educación media» y haya indagado sobre la cédula profesional de Martínez Nuñez basándose en el supuesto de su nacimiento como guerrerense; no obstante, para tal efecto, debió avocarse a su legítimo lugar de origen, el ex Distrito Federal, entidad para la cual las páginas especializadas en consulta de cédulas profesionales arrojan que el susodicho posee título como «Profesor en Educación Media», según asienta la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio, bajo la entidad federativa DF y fecha 1996
Indistintamente de los motivos de separación de Arturo Martínez Jr. como vocero del gobierno de Graco Ramírez, no existen discrepancias en las similitudes de los gobiernos de Ramírez Abreu, Ángel Aguirre, y Evodio Velázquez, quien ha optado por ganarse popularidad a base de declaraciones mal infundadas y a destiempo, producto de los evidentes asesoramientos que recibe de parte del hombre de todas sus confianzas que, no obstante los febriles cargos curriculares que lo destacan como «servidor público honesto e intachable», como lo califica su padre, Arturo Martínez Nateras, es quien (casi) determina el rumbo de la seguridad pública, la vida política del presidente, y la comunicación social del gobierno de Acapulco, además de la administración y supervición de las finanzas, según apuntes fidedignos de quienes alguna vez también contaron con la máxima confianza el alcalde perredista, hasta que fueron reemplazados por el hijo prodigio del exalcalde de Tuxpan, Michoacán, Arturo Martínez Nateras, y la exalcaldesa de Atoyac de Álvarez y excandidata de Morena a la gubernatura de Michoacán (2015), vinculada al caso «Aguas Blancas». María de la Luz Núñez Ramos, a saber, Arturo Martínez Núñez, el mismo que durante la «luna de miel» vivida en el gobierno del defenestrado exgobernador Ángel Aguirre, a raíz de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, investido como vocero del «Operativo Conjunto Guerrero Seguro», ufano, diría que «el éxito del Operativo Guerrero Seguro se (consolidó) gracias al trabajo coordinado de los tres órdenes de gobierno, aunado a la cooperación de la sociedad, quien ha depositado su confianza en las autoridades para contribuir a mejorar el clima de seguridad en la entidad y particularmente en Acapulco»
«Con estos resultados –añadiría ensimismado–, mantenemos la confianza que en poco tiempo Guerrero se convertirá en la entidad más segura del país y un ejemplo de cooperación entre los tres órdenes gobierno”.
Si usted, estimado lector, es hábil de mente, seguramente ya habrá cavilado –corrección, especulado–, en qué consistirán las ‘peliagudas’ asesorías en materia de seguridad pública que recibe el alcalde, y comprenderá, ante todo, por qué el «yate de lujo» que actualmente tripula Evodio Velázquez comenzó, repentinamente, a hundirse… y lo peor del caso es que su asesor de seguridad, comunicación social y secretario técnico de su gobierno, olvidó los «chalecos salvavidas» en alguna de las tantas balsas que se ha embarcado, sin poder destacar en ninguna de las asignaturas para los que se presume experto, excepto como «turista y acompañante presidencial VIP».
Cosas de la vida, gajes de la política.
#SinDañosATerceros
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