* Respuesta pública a los lectores priistas y astudillistas
Ángel Miguel Blanco / El Brujo Chiripero
] Efecto Espejo
Según sus capacidades, #Astudillo ha estado trabajando de la mano de la Federación (no todas las obras realizadas en Guerrero son ingenio del gobernador, aclárese y admítase), pero a Héctor le ha faltado atacar frontalmente los problemas más cancerígenos de Guerrero, entre los cuales destacan una ‘aparente’ anarquía estatal y la inseguridad.
Sus ‘palazos de ciego’ en la materia han estado desatinados y desarticulados. Le falta carácter, empuje. Dicha tibieza, omisión o apatía, propicia que los «señores del mal» vean a Guerrero como un paraíso para la impunidad y la delincuencia de carácter gangsteril y nacortizada.
A los guerrerenses les bastaría que se diera atención especializada a esta asignatura, antes que otra cosa, ya que la inseguridad, la violencia, atenta no solo contra la estabilidad económica, turística, agrícola, empresarial y educativa, entre otras cosas, del estado, sino contra el bienestar social de casi todos los guerrerenses.
Si Héctor Astudillo comenzara a dar visos de interés especial por su principal promesa de campaña, «orden» y «paz», con eso bastaría para que la sociedad se centre en el lado positivo de sus acciones, en lugar de criticar con severidad su apatía por estos temas que relega por completo a la Federación, cuando es parte de su responsabilidad cumplir con esta tarea como gobernador de Guerrero.
El nepotismo* pudiera ser digerible, pues la ley misma es tolerante al respecto; la corrupción pudiera también sobrellevarse, pero no la inseguridad, la violencia, el desorden, que tanto daño hace a Guerrero, interna como externamente, es decir, local, nacional e internacionalmente.
Aclaro, el *nepotismo es un tema que amerita atención minuciosa, pues a partir de que la ley permite o tolera la figura de una «primera dama» se deja una ventana para que se solape este ilícito que hace el mismo daño que la corrupción, otro cáncer difícil de erradicar de las instituciones públicas y del mismo gobierno. Es un sarcasmo decir que nepotismo y corrupción pueden ser tolerables en tanto se de atención a la asignatura de la inseguridad y la ingobernabilidad que vive Guerrero, pues el gobernador está obligado a dar atención a todos los problemas que aquejan a los guerrerenses, sin embargo, el tema prioritario es «orden» y «paz», con eso avanzaríamos mucho; luego, podría avocarse con la erradicación del nepotismo y corrupción, otras promesas que dijo erradicaría de su gobierno… y que tampoco ha cumplido.
‘Es quanto’.