Sin Daños a Terceros…
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
No voy a defender a Yanelly Hernández Martínez. Ni la Constitución federal ni estatal, ni la Ley del Municipio Libre la eximen de «algunas» responsabilidades institucionales como alcaldesa de Atoyac de Álvarez, por ello sólo daré mi punto de vista en torno a los hechos suscitados a raíz del despido de algunos empleados de su ayuntamiento.
Cierto, durante su toma de protesta dejó claro que, a partir de entonces, su único partido de militancia se llamaría «Atoyac». También dijo que su principal objetivo sería el bienestar de Atoyac y los atoyaquenses.
Lamentablemente, como muchos otros municipios, #Yanelly también recibió una «herencia maldita» que afecta no sólo los buenos proyectos de la alcaldesa, sino las entrañas mismas del ayuntamiento que preside.
Como Acapulco –por citar un municipio que ha impactado a nivel federal por el escandaloso saqueo, los millonarios desfalcos y deudas casi impagables heredadas a Adela Román Ocampo–, Atoyac también fue víctima de dispendios y adeudos millonarios a manos de un alcalde cínico y bandido que, como el de Acapulco, anda libre, impune, burlándose, quizá, de la justicia, a sabiendas del gran daños social y económico que le hizo al municipio, a los trabajadores del mismo y, en general, al pueblo atoyaquense.
Fue Dámaso Pérez Organes, el #Caguamazo, quien propició el caos financiero, los desfalcos y los adeudos heredados a Yanelly Hernández, quien apegada a sus proyectos de gobierno solo ajusta lo que debe ajustarse para poder cumplirle a los atoyaquenses de la manera más equitativa posible.
El clamor por depurar la Nónima Oficial para hacer que el dinero alcance no es nuevo. El clamor viene desde administraciones pasadas. Adela ya lo hizo en Acapulco. No gustó a muchos pero se armó de valor y despidió a quienes no sentían ningún compromiso con el municipio.
La depuración de las nóminas y listas de raya es saludable para las finanzas públicas de cualquier gobierno, estatal o federal. Dudamos que #Yanelly haya hecho ‘limpia’ de su nómina al arbitrio. Comenzar a dar signos de vitalidad como alcaldesa no la convierte en enemiga, más bien, si no se le quiere reconocer esta acción como positiva, bien merece el beneficio de la duda. Es muy prono para juzgarla como villana o enemiga.
Reitero, la alcaldesa atoyaquense conoce de leyes, tiene experiencia en el servicio público, no es ninguna improvisada (como el adorador del dios Baco que pensó que regalando dinero en su casa sería buen gobernante y terminó dejando en bancarrota el ayuntamiento), por tal motivo creemos que la actual alcaldesa está consciente que algunas deudas son institucionales y deben pagarse… pero según las posibilidades económicas del municipio.
Como Adela Román en Acapulco, #Yanelly tampoco trae ‘varia mágica’ para llegar y solucionar los problemas sociales, laborales y económicos de Atoyac con solo agitar la mano o realizando un movimiento rápido de nariz, como Samantha Stevens, el personsaje incónico de «Bewitched» (Hechizada).
Gobernar no es fácil. Lo han reconocido personajes políticos guerrerenses como Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre Rivero, exgobernadores de Guerrero.
«El estado de Guerrero es uno de los más difíciles de gobernar, dadas sus condiciones de marginación social y pobreza que históricamente padece. Difícilmente alcanza el dinero para atender todas las demandas de la sociedad», reconoció apenas Aguirre.
El mismo caso ocurre con municipios que integran el llamado cinturón de marginación y desigualdad social como Atoyac, donde los recursos estatales y federales llegan a cuentagotas y la recaudación de impuestos es complicada.
Me sumo al resto de atoyaquenses que se hallan a la expectativa de los resultados del nuevo gobierno municipal.
Empero, debemos reconocer que Atoyac adolece muchas injusticias sociales… es de esperarse que los atoyaquenses muestren recelo por las palabras de #Yanelly en torno al bienestar que su gobierno busca a favor de Atoyac y los atoyaquenses, bienestar sujeto, obviamente, al apoyo que se reciba de la Federación y el Estado, además de los ajustes administrativos financieros que se realicen en las entrañas del municipio.
Aclárese: Es mi punto de vista. A los lectores corresponde la última palabra, y esta es la más importante y respetable.
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