OSAKA, Japón. * 26 de junio de 2019.
] Reuters
El presidente estadounidense Donald Trump inició su viaje a Japón con una amistosa cena con el primer ministro de Australia, poco antes de enfrentar una cumbre del Grupo de los 20 en que se debatirán acuciantes temas internacionales.
El mandatario aterrizó el jueves en Osaka para la reunión anual del G20 en medio de un ciclón que amenaza con convertirse en tifón, augurio portentoso de los cuatro días de diplomacia intensa que le esperan. Con la mira en las elecciones del próximo año, Trump ansía triunfos en áreas como el conflicto con Irán, la guerra comercial con China, la amenaza de nuevas intromisiones electorales de Rusia y el impasse sobre el programa nuclear norcoreano.
En su cena con el líder australiano Scott Morrison, los dos líderes intercambiaron elogios y Trump aseguró que le “gustaría” ir a Australia este año para el torneo de golf Copa de Presidentes. Cuando se le preguntó si su retórica nacionalista está distanciando a sus aliados, Trump insistió en que los dos países “cooperan estrechamente” en temas comerciales.
“Puedo decir con mucha facilidad que hemos sido muy buenos con nuestros aliados, que trabajamos con nuestros aliados, que cuidamos a nuestros aliados”, declaró Trump. “Yo heredé déficits comerciales masivos con respecto a nuestros aliados e incluso ayudamos militarmente a nuestros aliados. Así que nos vemos de la manera más positiva que nunca, pero también examinamos a nuestros aliados”.
La agenda para los cuatro días está sembrada de riesgos para el presidente, pues no contará con la extravagante pompa que caracterizó sus recientes viajes a Japón e Inglaterra.
Sin embargo los funcionarios de la Casa Blanca trataron de atemperar las expectativas sobre la posibilidad de logros específicos aun cuando el mandatario se refirió a sus “competidores” en el extranjero: “Todo está bien, vamos de maravilla, vamos mucho mejor que cualquiera de ellos”.
La semana se perfila como una de dos narrativas paralelas en la política estadounidense: por un lado estará el viaje de Trump a Asia y por el otro los demócratas se preparan para las elecciones con sus primeros debates de cara a las primarias para escoger al candidato que se enfrentará con el presidente. Mientras el avión presidencial surcaba los cielos rumbo a Japón, Trump recurrió a Twitter para ofrecer su escueta opinión del primer debate demócrata: “¡ABURRIDO!”.
Poco después el mandatario criticó a NBC por un desperfecto en el audio que por breves instantes perturbó la transmisión.
En la cumbre en Osaka Trump se reunirá con el presidente ruso Vladimir Putin, con el presidente chino Xi Jinping, con el líder turco Recep Tayyip Erdogan y el príncipe saudí Mohammed bin Salman, todos de tendencia autoritaria. También se encontrará con aliados inquietos por las políticas de Trump como la canciller alemana Angela Merkel, y con líderes más plácidos como el primer ministro japonés Shinzo Abe.