Arturo Rodríguez García
CIUDAD DE MÉXICO. * 16 de julio de 2019.
] Apro.
La condena es al modelo neoliberal por el saqueo y la inmoralidad, pero en voz de uno de los principales críticos del rescate bancario de los años 90, el presidente Andrés Manuel López Obrador, es mejor “pensar hacia delante”.
El rescate bancario a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue colocado en el debate una vez más, por el senador Ricardo Monreal que en días pasados presentó un libro en el que aborda el asunto. El propio López Obrador escribió un libro al respecto en 1999 y el tema se convirtió en uno de los que le dieron notoriedad pues, en medio de la crisis de 1994-95, el Estado mexicano decidió asumir las deudas de los más ricos de México.
Esa medida, cuesta hoy al país dos billones de pesos y, cada año, se destinan entre 30 y 50 mil millones sólo al pago de intereses, expuso hoy el mandatario. Sin embargo, aseguró que:
“Se utilizó al presupuesto para rescatar a los potentados, se convirtieron deudas privadas en deuda pública. Si nosotros nos metemos ahora a revisar ese caso, se nos va a generar un problema muy grave”.
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador respondió al tema afirmando que, como el título de su libro de 1999, Fobaproa es un expediente abierto, para que no se repita, pero sostuvo que lo mejor es condenar la corrupción, el modelo y el saqueo.
“Es mejor eso que estar castigando a los personeros de esas políticas de saqueo. No quiere decir que esté por la impunidad, pero tenemos que pensar en la nación, tenemos que dar gracias al pueblo porque se logró este cambio para dejar atrás todo ese pasado terrible de podredumbre, de inmoralidad, pensar hacia delante. Nunca más un Fobaproa”.
El mandatario recordó que, en un informe de Ernesto Zedillo como presidente, dijo que el rescate bancario costaría 110 mil millones de pesos, pero esa cantidad pasó a un billón y ya son dos billones.
López Obrador expuso que el caso refleja el rotundo fracaso de la política neoliberal, pues se generó una crisis y el gobierno pensó en rescatar a los bancos y las grandes empresas, pero no a los de abajo.
Con esa respuesta, el presidente derivó a la corrupción que marcó a los sexenios anteriores, y sostuvo que ahora promoverá en el mundo un modelo alternativo en el prevalezca la ética, la moral, no sólo en la política y la economía y las finanzas.
Se trata de un modelo alternativo al neoliberalismo, y adelantó, que si le queda tiempo hará un libro para explicarlo, sobre lo que definió como “economía moral”.
Añadió diferentes aspectos de la inmoralidad en la política económica, mencionando, por ejemplo, que la banca de desarrollo haya financiado a empresas como Odebrecht, o que los tres presidentes anteriores, hayan disparado la deuda pública afirmando que Vicente Fox la dejó en 1.7 billones, Felipe Calderón la incrementó a 5.2 billones mientras que Enrique Peña Nieto le dejó una deuda cercana a los 10 billones.
Volviendo al rescate bancario, expuso:
“Lo del Fobaproa no debe olvidarse, pero sí considero que son acciones del mercado que se tienen que estar financiando. Nosotros hicimos el compromiso de respetar contratos, de seguir pagando servicio de deuda”.