Un Rapidín
con Ángel Irra Carceda
¡Sopas, perico!
Carlos Reyes Torres y sus socios Ricardo Barrientos Ríos y Celestino Cesáreo Guzmán, dirigente estatal y diputado local del PRD, respectivamente, se acaban de topar con un paredón.
Se trata del Frente Amplio Democrático Guerrerense, del PRD, por supuesto.
El primero de aquellos aludidos, CRT, se “destapó” (o lo “destaparon” los segundos mencionados), como su virtual candidato a la gubernatura.
Su “destape” fue en un evento deslucido, a principios de junio pasado, en el hotel Holliday Inn de Chilpancingo.
Pese a su gris trayectoria, lo presentaron en ese entonces como el hombre que se necesita para impulsar el plan que Guerrero necesita (¿?). Y así siguen presentándolo.
Pero lo que llamó la atención en Chilpancingo, apenas el domingo reciente, es que el súper cuestionado Evodio Velázquez Aguirre, reunió en torno suyo a siete de las diez corrientes del PRD en Guerrero.
Y digo súper cuestionado porque le han tirado chingadazos desde todos los ángulos, por presuntas irregularidades financieras en el Ayuntamiento de Acapulco, pero nada se ha comprobado.
Ese es el punto. Los órganos fiscalizadores han dicho lo contrario, a pesar de que la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, lo siga acusando de todo, pero sólo mediáticamente.
Y lo hace porque ya la “calentaron” diciéndole que puede ser candidata a la gubernatura, y a Evodio Velázquez lo ve como un obstáculo en esa ruta.
El Frente Amplio Democrático Guerrerense mostró músculo. Y en ese evento vitorearon a EVA.
Y, entonces, habría que reconocerlo, este “muertito” político sigue gozando de cabal salud. Y a pie-tierra continúa avanzando. (angelirracar@hotmail.com)