Un Rapidín
con Ángel Irra Carceda
] angelirracar@hotmail.com
Este miércoles estuvo en Acapulco el aspirante a la dirigencia nacional de Morena, Alejandro Rojas Díaz, y no se guardó nada.
Fue invitado a la reunión semanal del Grupo Aca y también soltó declaraciones tronantes contra sus propios correligionarios morenistas.
A la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, la calificó de antidemocrática, excluyente y autoritaria, además de ser “agarradita” en el manejo de los mil 600 millones de pesos que tiene de presupuesto ese partido.
También vaticinó que si en Morena sus malos gobiernos en los estados y municipios continúan como hasta ahora, sin dar resultados, en las elecciones del 2021 sufrirían una dolorosa derrota.
Y aquí, en este punto, Alejandro Rojas soltó un directo guamazo a domicilio. Sí, a la alcaldesa Adela Román Ocampo. Ni más ni menos. Duro y a la cabeza, preciso y firme gancho al hígado. Sin fintas ni nada de eso. A lo que iba.
En síntesis, soltó que Doña Adela Román no ha dado el ancho. No está cumpliendo con las expectativas. Y advirtió que de seguir así, en mi adorado Acapulco perderán la elección del nuevo Ayuntamiento en el 2021.
Y esa dura autocrítica de un morenista, llama la atención, porque sucede que mi estimada vecina de La Progreso (Doña Adela), ya hace algunos añitos, cada vez que puede, le aconsejan, se le antoja ole ordenan, acusa de todo a su antecesor en el cargo edilicio.
¿Ya saben a quién me refiero, verdad? Al que señala con inaudita insistencia de ser responsable de todos los males habidos y por haber en mi Acapulquito del Alma.
Y que conste que su servidor no lanzó esas fuertes críticas. Al contrario, reitero mi respeto a Doña Adela.