VENECIA, Italia. * 18 de septiembre de 2019.
] AP.
Brad Pitt dio el primer paso con James Gray.
En 1995, vio su ópera prima “Little Odessa” y decidió llamar al joven cineasta detrás del sombrío drama policíaco de Brooklyn. Desde entonces han estado hablando _ de películas, de la vida, de trabajar juntos. Pero tomó casi 25 años que las estrellas se alinearan para dar vida a una ambiciosa odisea espacial llamada “Ad Astra”, que se estrena el viernes en Estados Unidos.
“Es una película valiente”, dijo Pitt el mes pasado. El actor de 55 años produce y protagoniza esta historia original sobre un astronauta que se aventura a salir casi completamente solo al espacio exterior para investigar una turbación que podría estar relacionada con la desaparición de su padre. Es algo en lo que Gray había pasado años trabajando.
El uso de Pitt de la palabra “valiente” es apropiado, no sólo para describir el filme y su exploración de grandes temas como la masculinidad con el espacio como telón de fondo, sino del hecho de que exista en absoluto. No muchos estudios y compañías de producción destinan hoy en día más de 80 millones de dólares a una idea original. El que Plan B de Pitt, New Regency y 20th Century Fox se hayan unido para hacer “Ad Astra” es, dijo Gray, “más que raro… un gran riesgo”.
Pitt, sentado junto al director, agrega que “esa es la razón por la cual los estudios se han alejado de ellas. Son un gran riesgo: el costo, las copias, la publicidad. Por eso han tenido que hacer apuestas más seguras”.
La industria ha cambiado tanto que Gray duda que hoy podría hacer “Ad Astra”. Pero hace tres años ambos decidieron dar el salto con esta gran idea de una épica ubicada en el futuro cercano que Gray califica como “ciencia-realidad-ficción”. El director estaba fascinado con el tipo de personalidad que requiere para viajar al espacio y con que Neil Armstrong, al volver de la misión del Apolo 11, sólo hablaba de hechos y de logística _ nada metafísico o contemplativo.
“Evasión”, dijo Pitt. “Yo lo hago todo el tiempo”.
No es que Pitt no sea introspectivo con su trabajo. Dijo que le atraía la idea de la “noche oscura del alma: cuando uno se ve realmente obligado a abordar su ser y las cosas que carga y que probablemente entierra, como aflicciones innatas, arrepentimientos, esos dolores personales, y con suerte sale por el otro lado abrazando esas cosas de algún modo para sentirse completo”.
Y su sobresaliente actuación es algo que los críticos y observadores de premios han notado, por encima de su aclamado trabajo de este año en “Once Upon a Time in Hollywood” (“Había una vez en Hollywood”) de Quentin Tarantino.
“Él es un actor fabuloso”, dijo Gray. “Y no hay tantos actores fabulosos y carismáticos en el mundo”.
Pitt no está de acuerdo con su amigo, pero está feliz de continuar trabajando.
“Creo mucho en ser creativo y querer ser creativo hasta el final, mientras me lo permitan”, dijo el actor.
Parte de eso conlleva apoyar con su compañía productora proyectos originales ambiciosos. Algunos han funcionado y ganado premios Oscar y desatado una conversación cultural _ como “12 Years a Slave” (“12 años esclavo”) y “Moonlight” (“Luz de luna”) _ y otros no. Plan B produjo el último filme de Gray, “The Lost City of Z” (“Z, la ciudad perdida”), una aventura de época sobre el explorador Percy Fawcett que no se exhibió en más de 1.000 cines ni recuperó su presupuesto de 30 millones de dólares.
“Ad Astra” ha tenido algo de turbulencia antes de llegar a las salas de cine. Era una película de Fox que pasó a manos de Disney cuando ésta adquirió al estudio rival, ocasionando que la fecha de estreno se cambiara varias veces.
“Es como preocuparse sobre la alineación de los planetas. Está tan por encima de tu salario”, dijo Gray, que estaba terminando la cinta cuando se firmó el acuerdo. “¿Estaba preocupado? No, porque no podía hacer nada al respecto. Sólo pensé, ‘qué raro’. Pero debo decir que es uno de los pocos puntos en los que no coincido con Brad. Creo que el que una compañía controle el 40% del mercado del cine mundial es una propuesta peligrosa. Eso es casi un monopolio. En cierto modo significa menos películas, menos oportunidades de hacer películas de este tipo, y eso es una fuente de preocupación”.
Pitt también se ha preguntado si “el cine como forma de arte perdurará” cuando comienzan a discutir si tienen el mismo aguante hoy.
“Si digo ‘voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar’, sabes que lo acabo de hacer, ¿verdad?”, preguntó Gray, citando una famosa frase de “The Godfather” (“El padrino”). “¿Puedes citar algún diálogo de ‘Avatar?’”
Pitt comenta que a él le encantó “Avatar”, pero Gray tiene un argumento más grande: “Es visualmente espectacular, pero es una forma distinta de arte. Y si eliminamos ‘voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar’, entonces eliminamos algo importante”.
A este punto Pitt se había acercado a una enorme ventana en la sala y estaba tomando fotos de la playa cuando empezó a reírse solo. Estaba pensando en los diálogos perdurables que él mismo había tenido, dijo, y recitó algunos: “¿Qué hay en la caja?” de “Se7en” (“Seven, los siete pecados capitales”), “No seas condescendiente conmigo” de “True Romance” (“La fuga”).
Ninguno, concluyó, tenía tanto peso como el de Marlon Brando en “The Godfather”.
“Bueno, sabes lo que dijo Francois Truffaut”, dijo Gray. “Dijo que el cine debe ser en parte realidad, en parte un espectáculo”.
Pitt hizo una pausa y agregó: “Ahora tenemos o un espectáculo completo o una realidad total”.
La esperanza es que “Ad Astra” sea un poco de los dos.