A unos días de que México asumió la presidencia de la CELAC, organismo que aglutina nada más y nada menos que a 33 países de América Latina y el Caribe, parece que los mexicanos no hemos entendido y mucho menos dimensionado lo que ello representa.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se convirtió en el líder de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, algo que coloca a nuestro país ante la oportunidad histórica de encabezar las grandes transformaciones en esta región del planeta.
Me parece que este es un buen momento para que los mexicanos demos una demostración de unidad en torno a la figura presidencial, que se refleje en fortaleza del mandatario para sacar adelante el plan de trabajo que propuso durante su presidencia «pro tempore» 2020 de la CELAC.
Es de verdad triste y lamentable que al calor de los tiempos preelectorales que vivimos se manden desde Guerrero mensajes de confrontación y de odio incluso entre quienes se supone comparten ideología política. Urge ponernos de acuerdo, hacer política de la buena, de la que construye y engrandece.
Es indiscutible que nuestra nación avanza por la ruta de la izquierda, ideología que desde mi época de estudiante y los inicios como empresario he enarbolado, siempre buscando servir a la sociedad, conduciéndome con honestidad y transparencia, y en ello tenemos coincidencias con los postulados de AMLO.
Vamos a seguir en esa ruta, sin duda alguna. Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!