] PANAMÁ. * 15 de enero de 2020.
| AP.
Las autoridades de Panamá rescataron al menos a 14 personas, entre ellos algunos niños y mujeres, que estaban retenidas y sufrieron maltratos físicos por miembros de una secta en una región indígena pobre al oeste el país, se informó el miércoles.
El director encargado de la Policía Nacional, Alexis Muñoz, dijo que en el lugar también se encontró una fosa que ya está siendo inspeccionada. Medios locales reportaron posteriormente el hallazgo de al menos siete cuerpos enterrados, lo que The Associated Press no pudo confirmar de inmediato.
Horas antes, el Ministerio de Seguridad dijo que en la operación habían sido detenidos diez miembros de la secta, que identificó como “La nueva luz de Dios”.
El fiscal provincial Rafael Baloyes dijo que esa agrupación se dedicaba “a maltratar y a cometer actos criminales”.
Los hechos ocurrieron en un poblado remoto en la comarca de la etnia Ngabé Buglé, situada al occidente y Caribe panameño. Todos los retenidos eran de ese grupo aborigen, el más afectado por la pobreza y el analfabetismo en el país.
Un lugareño indígena, identificado como José González, había alertado a las autoridades sobre lo que sucedía en la zona. Contó, según declaraciones a la prensa local, que los miembros de la secta amarraron a decenas de personas y que los golpeaban brutalmente como parte de un ritual. Agregó que entre los retenidos se encontraban su esposa, que recibió un machetazo, y su hijo de 15 años, que logró escapar con golpes en el cuerpo.
Unidades del Servicio Nacional Aeronaval trasladaron a varios de los rescatados a un hospital de una provincia próxima, incluyendo dos embarazadas.
Los indígenas eran golpeados en la cabeza y el cuerpo con trozos de madera e incluso con la biblia, dijo el director del cuarto de urgencias del hospital, Eduardo Vannuchi, según el testimonio de algunas víctimas.
La llamada Iglesia del Dios Vivo Columna y Apoyo de la Verdad “La Luz del mundo” negó en un comunicado que esté vinculada con esos actos.