] CIUDAD DE MÉXICO. * 24 de enero de 2020.
| Reuters.
México negó el viernes que sus fuerzas de seguridad hubieran reprimido a miembros de la última caravana de migrantes que ingresó por la fuerza al país, ante crecientes críticas de organismos como la ONU y analistas que han calificado la estrategia como la construcción de un “muro” fronterizo.
En su intento por contener el paso masivo de personas, agentes mexicanos se enfrentaron el lunes y el jueves contra la nutrida caravana, conformada por hombres, mujeres y niños, provocando momentos de caos que obligaron a parte de los migrantes a huir para evitar ser capturados.
“La Guardia Nacional (está) resistiendo, no (ha) utilizando la fuerza, nada más aguantando”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su habitual conferencia matutina.
Sin embargo, Reuters testificó cómo el jueves los efectivos cercaron al grupo de migrantes, entre ellos mujeres cargando a niños en brazos, que tuvieron que salir corriendo ante el asedio de los uniformados. Hubo forcejeos y las fuerzas de seguridad lanzaron gas pimienta.
Las acciones de la GN, que desde el año pasado se sumó a los operativos de las autoridades migratorias, fueron cuestionadas por la ONU y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México.
La ONU, a través de varias de sus agencias vinculadas con temas migratorios, expresó el viernes “preocupación por el impacto que el operativo de control migratorio” del jueves “tuvo en niñez y personas en vulnerabilidad”.
“México tiene derecho de controlar la entrada de extranjeros siempre que no haya uso excesivo de fuerza”, señaló, y exhortó “a preservar la unidad de las familias y asegurar la no devolución de quien enfrente riesgos de persecución y acceso a su procedimiento de asilo”.