] TOKYO. * 12 de febrero de 2020.
| AP.
Cuarenta y cuatro personas más en un crucero que está en cuarentena cerca de Tokio –Diamond Princess– dieron positivo en las pruebas de detección del coronavirus que provoca la nueva enfermedad llamada COVID-19, informó el jueves el ministerio de salud de Japón.
El buque, en el que aún hay más de 3.500 pasajeros y tripulantes, tiene a 218 personas infectadas con el virus, de las 713 personas que han sido sometidas a pruebas desde que el crucero regresó al puerto de Yokohama el 3 de febrero.
En total, Japón tiene 247 casos confirmados de la nueva enfermedad que aparentemente comenzó en Wuhan, una ciudad en el centro de China, en diciembre.
Camboya admite crucero rechazado por coronavirus
En Sihanoukville, Camboya, un crucero al que otros gobiernos en Asia y el Pacífico habían impedido atracar por temor al coronavirus ancló el jueves en aguas frente a Camboya, que está examinando el estado de salud de los 2.200 pasajeros y miembros de la tripulación.
El Westerdam fue rechazado en otras partes aun cuando la compañía operadora Holland America Line había dicho que no había casos confirmados de la enfermedad viral COVID-19 entre los 1.455 pasajeros y 802 tripulantes.
El crucero ancló a un kilómetro (.6 millas) de distancia del principal puerto, Sihanoukville, y un equipo de funcionarios de salud examinará a las personas a bordo y determinará el proceso de desembarque, dijo el gobernador de la provincia de Preah Sihanoukville, Kouch Chamrouen, a The Associated Press.
Unos 20 pasajeros han reportado tener fiebre o dolor de estómago, dijeron las autoridades camboyanas de salud. El personal médico del barco indicó que se trataba de enfermedades ordinarias, aunque de todas formas los pasajeros enfermos fueron aislados de los demás, según Or Vandine, portavoz del ministerio de salud.
Si los exámenes muestran que hay pasajeros infectados se les permitirá recibir atención médica en el país, agregó.
El embajador estadounidense W. Patrick Murphy dijo haber enviado a un equipo de la embajada para que trabaje con representantes del crucero y las autoridades camboyanas a fin de ayudar al desembarque de los estadounidenses para que se les transfiera a sus próximos destinos.
“También nos hemos coordinado con embajadas extranjeras de otras nacionalidades”, escribió Murphy en un tuit.
Tailandia no permitió que el Westerdam atracara esta semana después de que lo rechazaran Filipinas, Taiwán, Japón y Guam.
El crucero concluirá su recorrido en Sihanoukville, y los pasajeros podrán tomar vuelos fletados a la capital camboyana, Phnom Penh, para regresar a sus países, señaló Holland America.
YOLANDA ROCHA, MEXICANA ATRAPADA EN CRUCERO
Yolanda Rocha del Valle es una de las 3.700 personas que viajan en el Diamond Princess, donde se han diagnosticado 135 contagiados. Escuche su relato.
El crucero fue puesto en cuarentena desde el 3 de febrero, en el puerto Yokohama de Japón.
Yolanda, de nacionalidad mexicana, se ha convertido en la traductora de los mensajes que el capitán de la embarcación da en inglés y japonés a diario. Ella llama por teléfono a los latinos que conoce para informarles las instrucciones dadas en altamar.
Junto a su esposo, Joaquín Gómez, estableció una rutina para burlar el aburrimiento y la ansiedad.
“Hacemos ejercicio, caminamos, tratamos de entretenernos, vemos noticias, que han dicho que no son muy favorables porque nos pueden en determinado momento deprimir”, cuenta.
Aunque lamenta ver ambulancias cerca del crucero, habla de las expresiones de solidaridad que han recibido, como “un grupo de escolares que estaban con un pendón diciendo ‘Diamond Princess, los apoyamos, estamos con ustedes’”.
“En cuanto a medicinas ya las están distribuyendo y aunque están en japonés investigamos la equivalencia acá en términos farmacéuticos para los latinos (…) También nos han enviado ayuda psicológica para quien lo necesite, marcando un número a través del conmutador que tenemos en nuestras habitaciones”, narra.
Al día tienen 45 minutos para salir a cubierta y para llegar allí, dice, “nos sugieren usar las escaleras para subir, porque no podemos usar el elevador”.
En esa caminata, relata, “no podemos congregarnos en grupos grandes. Si acaso tenemos que platicar con alguien tiene que ser a un mínimo de dos metros. Es una nueva orden porque antes podíamos platicar a un metro”.
Este martes, el barco se preparó para realizar lo que denominan ejercicios de mar, cuando la nave sale a aguas internacionales para purificar sus aguas.
Aunque Yolanda reconoce sentir algo de depresión por quienes han sido diagnosticados con el coronavirus, ahora denominado covid-19, “finalmente nosotros lo hemos tomado con mucha filosofía y sabemos que Dios siempre nos ayuda y saldremos adelante seguramente”.
El 19 de febrero termina la cuarentena del Diamond Princess, que pasó de ser un lugar de descanso a una especie de prisión sobre el mar para 3.700 personas.