] PANAMÁ. * 27 de marzo de 2020.
| AFP.
Cuatro pasajeros de edad avanzada murieron a bordo del crucero «Zaandam», anclado ante Panamá, en el que ya se confirmaron dos casos de coronavirus, informó este viernes la empresa a cargo del buque, rechazado en varios puertos.
«Holland America Line confirma que cuatro pasajeros mayores han muerto en el ‘Zaandam’. Nuestros pensamientos y oraciones están con sus familias y estamos haciendo todo lo posible por apoyarlos en estos momentos difíciles», dijo la compañía en un comunicado en su página de internet.
Agregó que «un cierto número de pacientes con problemas respiratorios fue sometido a la prueba para detectar la COVID-19 y dos individuos dieron positivo».
Según la empresa, 53 pasajeros y 85 tripulantes reportaron síntomas de gripe al centro médico del «Zaandam».
Syed, uno de los turistas a bordo del crucero, lo contó así en un grupo de Facebook: «Capitán: cuatro personas han muerto ya en el barco (anuncio de esta mañana)».
«Es frustrante, todos los países sudamericanos han cerrado sus puertos. Ahora el capitán nos dijo que tenemos dos opciones: Estados Unidos o México», había dicho el jueves Syed a la AFP.
Ayuda humanitaria
El crucero, que zarpó de Buenos Aires el 7 de marzo con unas 1.800 personas a bordo, se encuentra en aguas panameñas, donde está siendo asistido en altamar por el buque «Rotterdam», que viajó desde San Diego, en Estados Unidos, con suministros, personal y kits de prueba del nuevo coronavirus.
«Está solamente permitido realizar maniobras de barco a barco, no está permitido que ninguna persona que esté a bordo pueda desembarcar a tierras panameñas», manifestó a periodistas el ministro de Asuntos Marítimos, Noriel Araúz.
«Se le permite hacer trasiego de combustible, se le provee alimentos, agua y víveres, pero de una forma ordenada. Todos los tripulantes deben permanecer a bordo, y en cubierta solo debe permanecer la persona que va a estar involucrada en la maniobra», agregó Araúz.
El Ministerio de Seguridad panameño también advirtió en su cuenta de Twitter: «Ninguno de los que van a bordo desembarcará en nuestro país».
La empresa indicó en el comunicado que tiene previsto transferir al «Rotterdam» a los «pasajeros saludables» del «Zaandam», luego de ser sometidos a pruebas sanitarias.
«Preparamos nuestras maletas para ir a otro barco», confirmó a la AFP Françoise, una pasajera francesa de 74 años que está junto a su marido en el barco.
Quienes presentan problemas de salud, sus contactos cercanos y la tripulación permanecerán en el «Zaandam», agregó Holland America Line.
Pendientes de cruzar el Canal
La pandemia de coronavirus y los sucesivos cierres de fronteras y puertos sorprendió a numerosos cruceros en pleno viaje en todos los continentes.
En Latinoamérica, el crucero «Silver Explorer» fue evacuado en Chile el 14 de marzo al ser detectados seis casos de coronavirus, y el «MS Braemer» también pudo desembarcar en Cuba el 18 de marzo tras registrar cinco contagios.
Sin embargo, pobladores de varias localidades y puertos de desembarque de cruceros en el sur de Chile levantaron barricadas y protestaron para evitar el desembarco de sus pasajeros, antes de que se prohibiera la llegada de estos barcos en todo el país.
El «Zaandam» tenía intención de atravesar el Canal de Panamá para seguir su ruta hacia Fort Lauderdale, Florida, con la esperanza de desembarcar allí a todos sus pasajeros el 30 de marzo.
Pero el Ministerio de Salud de Panamá, que es quien debe dar el permiso para que un barco cruce el Canal durante la pandemia, negó esa posibilidad.
«El Ministerio de Salud no dio el permiso, el buque está en aguas territoriales panameñas pero se tiene que encontrar aislado», dijo este viernes el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, en una teleconferencia con periodistas.
Aun así, la empresa señaló que las autoridades sí aprobaron que el «Rotterdam» entregara suministros al barco en apuros.
«Mientras se concluyen los planes de continuación para los dos barcos, seguimos trabajando con las autoridades panameñas para obtener la aprobación para transitar el Canal de Panamá y continuar la ruta a Fort Lauderdale», afirmó el comunicado de Holland America Line.
DEL AMOR A LA PESADILLA
De los románticos paseos por cubierta a permanecer encerrados desde hace seis días en un camarote aterrados por un brote de coronavirus y cuatro fallecidos a bordo, la luna de miel de Yadira y Joel en el crucero Zaandam se ha vuelto una pesadilla claustrofóbica.
El 29 de febrero, al día siguiente de que se conocieran los primeros casos de coronavirus en México, Yadira Garza y Joel González se casaron en Monterrey, en el norte de México. Volaron a Argentina para iniciar su luna de miel en un viaje en barco que no olvidarán.
Tras partir de Buenos Aires hace veinte días, el Zaandam, propiedad de Holland America, se encontraba el viernes varado frente a las costas de Panamá, esperando un permiso para cruzar el canal panameño y dirigirse a su destino final, Fort Lauderdale.
En el buque, donde viajan 1,243 pasajeros y 586 tripulantes, ha habido al menos dos contagios de coronavirus, una epidemia que ha dejado más de 24,000 muertos en todo el mundo.
La empresa no aclaró si el fallecimiento de cuatro personas tiene que ver con el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARSCoV2.
Holland America, filial de Carnival Corporation, informó que transferirá a los huéspedes del crucero que no estén enfermos o en cuarentena a otro barco, el Rotterdam, y que se dará prioridad a los mayores de 70 años. Esa es la esperanza de los mexicanos, que no esperaban vivir una experiencia así.
“Partimos de Buenos Aires el 7 de marzo y todo iba conforme lo planeado en la ruta”, dijo Yadira a Reuters.
Las cosas cambiaron cuando, desde la localidad chilena de Punta Arenas regresaron a Argentina para atracar en Ushuaia. El capitán les notificó entonces que se habían cerrado las fronteras, relataron.
En conversación telefónica desde su camarote, donde “solamente caben una cama, un sofá y un peinador”, explicó Yadira, la pareja dijo que no les dejaron descender tampoco en Chile ni en Perú.
Se quejan de no haber salido a respirar aire fresco en seis días y hablaron del miedo que les produce recibir cualquier objeto del exterior en su habitación, como comida o toallas. “Estamos teniendo muchas precauciones, lavamos las botellas de agua que nos traen. Estamos lavando todo con champú, es lo último que nos queda”, explicó la joven recién casada.
Para compensar el aburrimiento y la claustrofobia juegan a las cartas y ven televisión. “Desde el domingo no hemos salido del camarote, fue el último día que respiramos aire puro”.
El viernes se enteraron a través de un anuncio de viva voz del capitán que habían muerto cuatro personas, lo que ha acelerado su expectativa de que los transfieran al buque Rotterdam junto con otra pareja de mexicanos de mayor edad.
“Estamos bien, no tenemos síntomas, estamos tranquilos, pedimos apoyo a las autoridades para regresar a casa después de nuestra respectiva cuarentena, para poder llegar a ver nuestra familia”, concluyeron.