» Ángel Blanco.
] ACAPULCO. * 9 de junio de 2020.
| Aps.
A las 14:30 horas del 3 de junio de 2020, en el Hospital General «Donato G. Alarcón», de Ciudad Renacimiento, el médico Jesús Arturo González García certificó la muerte de ‘Salvador’ (se ha cambiado el nombre en cumplimiento a la petición de sus familiares de resguardar su identidad). Las causas ‘probables’ anotadas en su Acta de Defunción fueron tres: a) Insuficiencia Respiratoria, b) Neumonía y c) SARS Cov. 2.
‘Salvador’, de 41 años de edad, era convicto del Centro de Centro de Reinserción Social (Cereso) de Las Cruces.
Tras su estado crítico de salud, el 28 de mayo finalmente le fue validada la autorización por la dirección del penal para que fuera trasladado al Hospital General de Renacimiento, ya que el Paracetamol que le recetaban para calmar sus malestares dejaron de surtir efecto,
Según sus familiares, a quienes contactaba por teléfono para suplicar por ayuda médica e informarles que en el Cereso (de Acapulco) el coronavirus estaba ‘pegando fuerte’ y temía contagiarse y morir, ‘Salvador’no tenía «ni neumonía» ni padecía de «insuficiencia respiratoria», mucho menos «SARS Cov 2» (Coronavirus tipo 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave o Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2, SARS-Cov-2, según sus acrónimas siglas en inglés).
Se quejaba de dolores corporales, solamente.
Por los detalles de sus malestares, amigos y familiares de ‘Salvador’ manifiestan que la enfermedad que padecía era ‘dengue’, pues los síntomas de esta enfermedad viral son fiebre alta y dolor de músculos y articulaciones. Es posible que el convicto de esta historia estuviese en la ‘fase dos’ de esta enfermedad, pues es en esta fase donde el virus del dengue se desarrolla de manera más grave, según diagnósticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y amerita cuidados médicos intensivos.
No obstante, puesto que la supuesta orden del director del penal, Justo Jiménez Loaeza, era o es impedir que se notifique a los familiares del estado de salud de sus internos y de la oleada de coronavirus que azota el Cereso de Acapulco, por eso es que ‘Salvador’, al igual que otros reos ‘contagiados’ que han muerto por ‘Covid19’ –como Vicente Cruz Dominguez, que murió el hospital de El Quemado, el 28 de mayo pasado—, ni son atendidos, ni se les notifica a sus familiares, y mueren en el anonimato después de que salen del reclusorio muy graves y la atención recibida ya es insuficiente para salvarlos… aunque la razón principal de esa orden parece ser el evitar alertar a la prensa y evitar amotinamientos internos y externos de parte de familiares que han comenzado a solicitar el traslado de sus reos por temor a que mueran por la supuesta pandemia que prolifera en el Cereso de Las Cruces.
S.O.S. SECRETARÍA DE SALUD Y GOBIERNO DEL ESTADO
‘Salvador’ y Vicente no han sido las únicas víctimas mortales de la pandemia de Covid19 en el Cereso de Acapulco.
Acapulco Press tuvo acceso a cinco de los 17 casos reportados entre el 28 de mayo y el 7 de junio de este año, aunque solo dos fueron autorizados para documentar la presente denuncia de alerta hacia las autoridades de Salud del Estado y/o la Federación, así como al Gobierno del Estado, para que se preste atención a la población carcelaria del penal de Las Cruces, donde a los supuestos enfermos de dengue o migraña los están tratando con ‘parecetamol’ y etiquetando como víctimas de SARS-CoV-2 cuando fallecen.
En el caso de ‘Salvador’, tuvieron que pasar varias semanas para que fuera atendido y trasladado al un hospital especializado para su atención médica.
Quizá por sus malestares musculares el médico del reclusorio le recetaba fármacos con propiedades analgésicas y antipiréticas para tratar la fiebre y el dolor leve y moderado… lo que probablemente agravó su salud y tuvo que ser internado de emergencia.
Este trato carcelario evidencia dos cosas: ‘La improvisación médica que prevalece en el Cereso de Acapulco y/o la consigna hospitalaria de etiquetar como víctima de ‘covid’ a todos los muertos en la etapa de la pandemia’.
‘Salvador’ duró 15 días internado el el hospital «Donato G. Alarcón»….
Ni la dirección general del penal, ni ningún otro funcionario carcelero o médico de ese ‘centro de reinserción social’, notificó nada a sus familiares… tal y como se ha venido haciendo con otros familiares de enfermos y fallecidos que han sido etiquetados como víctimas de Covid19 o SARS-Cov2 en los hospitales de Ciudad Renacimiento y El Quemado.
De la muerte de ‘Salvador’ se enteraron por ‘boca de terceros’… fue así como pudo ser reclamado su cadáver para darle sepultura en el ‘panteón comunal’ de su lugar de origen, en la Costa Grande de Guerrero, donde ‘Salvador’ descansa en paz.
El llamado directo a las autoridades es que no abandonen a los presos, que no basta con fumigar de vez en cuando las instalaciones carcelarias; que lo que en verdad falta en el Cereso de Acapulco es supervisión médica profesional, insumos sanitarios para los reos, y atención hospitalaria oportuna, además de ‘información humanitizada’ a los familiares, especialmente aquellos con parientes contagiados con Covid19.
El trato con medicamentos inapropiados a enfermedades ajenas al Covid19 o SARS-Cov2, en contrapate, podría desencadenar ‘homicidios involuntarios’ o actos de ‘negligencia médica’ por parte del personal médico, acierta a indicar el jurista Óscar Helguera, quien subraya que también la actitud del director del penal, Justo Jiménez Loaeza, es condenable, porque dejar que los enfermos mueran y los sanos se contagien por no solicitar auxilio para atender la pandemia es un acto reprochable y criminal, desde el punto de vista de los derechos humanos y las leyes.
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