] BUENOS AIRES. * 17 de junio de 2020.
| AP.
Varias provincias y municipios de Argentina tuvieron que dar marcha atrás con la flexibilización del aislamiento y la reanudación de actividades debido a la aparición de nuevos contagios de COVID-19, informaron el miércoles las autoridades.
El país registra más de 33.000 infectados y 886 muertos.
En la norteña provincia de Jujuy, limítrofe con Bolivia, las autoridades dispusieron que la capital y las localidades de Palpalá, Yala, Perico y La Quiaca regresen por siete días a la fase inicial del aislamiento social obligatorio. En la sureña de Chubut, las ciudades de Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia, entre otras, suspendieron por 14 días las actividades recreativas, deportivas y familiares que habían sido autorizadas semanas atrás. Otras provincias que revirtireron medidas de flexibilización son Neuquén, Chaco y Entre Ríos.
La ciudad de Buenos Aires y la treintena de localidades cercanas que se encuentran en la provincia homónima siguen siendo las que padecen la mayoría de los casos. La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, la opositora María Eugenia Vidal, informó que sufre COVID-19, y varios correligionarios que residen en ese distrito y en la capital argentina se vieron obligados a someterse a pruebas.
El ministro de Salud capitalino, Fernán Quirós, advirtió que si la zona metropolitana “toma una velocidad superior de contagios” las autoridades tendrán “que pedirle a la ciudadanía un mayor esfuerzo para bajar bruscamente la curva”, en referencia al posible regreso a una cuarentena más estricta.
Por su parte, Chile reportó 232 fallecidos adicionales, totalizando 3.615, mientras los expertos estiman que aún está por venir el periodo más difícil de la pandemia. El Ministerio de Salud dijo que en las últimas horas se sumaron 4.757 nuevos contagiados, elevando el total a 220.628.
“No hemos logrado disminuir los contagios”, admitió la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
El gobierno atribuye la escalada de infecciones a la movilidad de las personas a pesar de las cuarentenas vigentes, especialmente en el gran Santiago, que concentra más del 80% de los enfermos. El miércoles se agregaron otras cinco comunas (municipios) y disminuyeron los permisos para moverse en la capital.
El doctor Sebastián Ugarte, jefe de pacientes en estado crítico de la Clínica Indisa, opinó que la decisión de endurecer la cuarentena que rige desde hace más de un mes “llega tarde” porque sus efectos tardarán al menos dos semanas en visibilizarse. Cada día aumentan los médicos y expertos que claman por una “cuarentena efectiva”.
Los contagiados graves presionan el sistema hospitalario, que en Santiago mantiene una ocupación del 96% en sus unidades de terapia intensiva.
En el Caribe, Cuba comenzará una primera etapa de disminución de la cuarentena el 18 de junio. En la mayor parte del país no se presentan casos, pero la medida excluirá a La Habana y Matanzas, que aún reportan infecciones.
El plan que arrancará el jueves y tendrá varias fases implica la reapertura progresiva de negocios y que se reinicien las actividades laborales y del transporte urbano e interestatal. Las clases en todos los niveles deberán esperar hasta septiembre.
Mientras tanto, el ministro de Turismo, Juan Carlos García, informó que los viajeros internacionales podrían llegar a la isla a partir del 1 de julio, pero lo harán de una manera restringida a localidades seleccionadas: los cayos Largo, Coco, Guillermo, Cruz y Santa María, de donde no podrán salir a otras plazas. Además se les realizarán pruebas para determinar si están infectados.
Los hoteles donde se hospeden cumplirán estrictos protocolos de desinfección y los trabajadores que los atiendan también.
El director de Epidemiología, Francisco Durán, informó que se habían detectado siete nuevos casos -todos en la capital- y que desde el principio de la epidemia la isla suma 2.196 contagiados más 84 fallecidos. Hay actualmente 195 casos activos.
En El Salvador, el director de uno de los hospitales más grandes del país que atiende pacientes con COVID-19 advirtió que el sistema de salud está al borde del colapso.
“Hemos estado muy al límite como hospital y como sistema de salud para atender de forma eficiente a nuestros pacientes”, manifestó el director del Hospital San Rafael, Yeerles Luis Ramírez, en una entrevista con la televisión local.
El ministro de Salud, Francisco Alabí, advirtió antes que se tienen 105 camas de cuidados intensivos, pero ya están ocupadas 90. Consideró que con la apertura económica habrá mayor exposición de la población y se espera un repunte de la enfermedad.
En paralelo, el país cumple el segundo día de la primera fase del levantamiento de las restricciones impuestas a las operaciones comerciales en una reactivación gradual de su economía. Según información oficial, los casos recuperados superan a los activos y las personas que han vencido la enfermedad son el 52% de todos los casos confirmados. El Salvador registra 4.066 casos y 78 muertos.
En Colombia, el director de Migración del país, Juan Espinosa, señaló que más de 24 mil venezolanos quieren retornar a su país, pero por las nuevas restricciones de su gobierno debido a la pandemia —que limita el ingreso a sólo 1.200 personas tres días a la semana— el proceso será lento. A la fecha 76 mil venezolanos han regresado a su país y aún quedan 1,8 millones en Colombia.
Más tarde, el presidente Nicolás Maduro se mostró alarmado por el incremento de los casos en Venezuela y dijo que evaluará adoptar medidas más severas para romper la cadena de contagios. El mandatario refirió que en la última jornada se registraron 232 infecciones. En total suman 3.358 contagios y 28 fallecidos.
Maduro destacó que la flexibilización de la cuarentena —que ahora alterna siete días de actividades de 25 sectores económicos, seguidos de siete días en los cuales los trabajadores de esas empresas y negocios deben regresar a sus casas— “ha sido muy bueno para la población, para la economía, pero frente a estas circunstancias tengo que actuar y pido toda la consciencia, el compromiso y el apoyo”.
Poco después, el ministro de Salud de Guatemala, Hugo Monroy, anunció el registro de 545 casos positivos en el día, “superando con este dato la cantidad de casos diarios”. Con esto el país alcanza los 10.819 casos más 432 fallecidos. El departamento de Guatemala sigue siendo el lugar donde más contagios se han presentado.
Monroy también reportó la recuperación de 2.200 personas.
En México se anunció que los casos confirmados aumentaron a 159.793 con al menos 19.080 muertos, pero el Instituto Mexicano del Seguro Social, la principal institución de salud pública del país, indicó haber detectado 957 muertes por COVID-19 que no se habían agregado a las estadísticas oficiales.
Esos decesos se comenzaron a incorporar en los últimos días a las bases de datos de la Secretaría de Salud, dijo Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del IMSS. Por lo tanto, el número final de fallecidos una vez estén todos incluidos rondaría los 20.000.
Por otra parte, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia, volvió a reconocer que ésta excedió las expectativas previstas en más de diez lugares, pero la situación más preocupante se da en el Valle de México (la zona metropolitana de la capital), la ciudad de Mexicali, fronteriza con California; la ciudad de La Paz en el estado de Baja California Sur; el estado sureño de Chiapas y el estado de Sonora, vecino a Arizona, donde la epidemia, además de haber superado las estimaciones, sigue agudizándose.
López-Gatell también se dijo preocupado por una tendencia creciente en la ocupación de las unidades de terapia intensiva en todo el país, aunque dijo que con la reconversión de camas que sigue en marcha se ha conseguido que los hospitales no se saturen.
Las dos mayores ciudades del país después de la capital, Monterrey en el norte y Guadalajara en el oeste, no habían excedido las estimaciones, pero seguían en fase de contagios crecientes. Uno de los pocos lugares de éxito mencionados fue la ciudad fronteriza de Tijuana.
Pese a estas noticias, que no parecen indicar que la pandemia esté “domada” como ha dicho en varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador, la reapertura de actividades avanza y algunos gobernadores han anunciado nuevas medidas para reactivar la economía que rompen con la política de austeridad del gobierno federal.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, emitió un decreto por el cual se condona parcialmente el pago del impuesto por bienes inmuebles, así como el 100% de recargos y multas. Y gobernadores de cinco estados del centro y el occidente del país reunidos en el estado de Jalisco apostaron por incentivar la infraestructura y la inversión y por pedir créditos a bancos de desarrollo sin temor a endeudarse.
En América Latina se han registrado casi 1,8 millón de contagios y cerca de 85.000 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 8,3 millones de personas y causado la muerte a casi 447.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
Presidente de Honduras es hospitalizado por Covid19
] TEGUCIGALPA. * 17 de junio de 2020.
| AP.
La hospitalización del presidente de Honduras por COVID-19 y neumonía el miércoles ha atraído la atención al país centroamericano, el cual resiente la presión de la pandemia a medida que el número de casos se incrementa rápidamente en la capital.
El presidente Juan Orlando Hernández anunció la noche del martes que él y su esposa habían dado positivo a COVID-19. Pocas horas después, el mandatario fue hospitalizado luego de que los médicos determinaron que padecía neumonía.
Entre marzo y el 7 de junio, Honduras confirmó 6.327 infecciones de coronavirus. En los últimos 10 días, se han sumado otros 3.329 casos, un incremento que ocurrió después de que el gobierno inició una reactivación gradual de la economía.
San Pedro Sula, en el norte del país, aún registra la mayoría de los casos, pero la capital, Tegucigalpa, ha sido el origen de nuevas infecciones.
La ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, confirmó que los hospitales de dichas ciudades están casi al máximo de su capacidad, pero afirmó que el gobierno ha comenzado a levantar restricciones. A muchos de los negocios que han estado cerrados desde marzo se les ha permitido reanudar operaciones, aunque con capacidad reducida. Dichas compañías han emitido permisos para sus trabajadores, con los cuales se les permite evitar el toque de queda nacional que fue extendido hasta el 28 de junio y que únicamente permite que las personas salgan de sus casas para labores esenciales y en ciertos días, según su número de identificación nacional.
“Si no activamos la economía, también vamos a tener otro tipo de pandemia, que es el hambre, la desnutrición y, probablemente, crisis sociales”, declaró Flores.
La funcionaria dijo que, si la ciudadanía se mantiene disciplinada, serán capaces de lidiar con la epidemia. El uso de mascarillas es obligatorio en el país y los establecimientos han reabierto con apenas el 20% de su personal.
Pero Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio Médico de Honduras, dijo que los hospitales ya se encuentran rebasados. El Hospital Escuela, la institución pública más grande de la capital, ya instaló cuartos adicionales para pacientes de COVID-19, pero no han podido cubrir la demanda, aseguró. Varias decenas de personas siguen a la espera de que se abra espacio para ser admitidos, añadió.
El hospital no respondió el miércoles a una solicitud de comentario.
Un canal noticioso local difundió el martes un video en el que se ve más de una decena de cuerpos en bolsas plásticas tendidos en los pasillos y en habitaciones de la morgue del hospital.
Figueroa dijo que debido a la escasez de manómetros, se turna el oxígeno entre los pacientes.
El Hospital Escuela es uno de los centros de salud en donde el Comité Internacional de la Cruz Roja brinda apoyo al sistema nacional de salud.
La organización ha establecido un sistema dual de triaje que le permite aislar a los pacientes que llegan con síntomas de COVID-19 e intentar referirlos a otros hospitales con camas disponibles, dijo Karim Khallaayoun, jefe de misión de la Cruz Roja en Honduras. El grupo también ha proporcionado equipo de protección para el personal del hospital, capacitación para su uso y asesoría ante el desgaste físico y psicológico del trabajo.
“Durante la última semana hemos visto un incremento exponencial en Tegucigalpa”, dijo Khallaayoun. “Tegucigalpa se ha convertido en el epicentro de contagios en el país”.
Dijo que la mayoría de las unidades de terapia intensiva del país están a su máxima capacidad y que se prevé que el número de casos siga aumentando en los próximos días.
“Es muy posible que el sistema de hospitales resulte rebasado en las próximas dos o tres semanas antes de que veamos un descenso en las cifras”
Honduras ha reportado casi 10.000 contagios confirmados de la enfermedad y 330 muertes. Pero las pruebas de diagnóstico son limitadas y las cifras reales seguramente son más altas. El Ministerio de Salud comenzó a desplegar equipos el martes a distintos vecindarios para administrar pruebas rápidas de diagnóstico en un intento por detectar infecciones antes de que se requiera su hospitalización.
La semana pasada, el grupo humanitario Médicos Sin Fronteras dijo que había comenzado a atender pacientes de COVID-19 en estado crítico que requerían de oxígeno en un pabellón de 20 camas instalado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. El objetivo era restarle presión al sistema de salud pública.
El mandatario de Honduras indicó la noche del martes que ya comenzaba a sentir una mejoría y que para el miércoles tenía programada una nueva evaluación.
El miércoles, Francis Contreras, portavoz del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, dijo en conferencia de prensa que, después de revisar los resultados de laboratorio y las radiografías de Hernández, los doctores determinaron que el mandatario padecía neumonía y recomendaron su hospitalización. Añadió que Hernández se encuentra en buen estado y se le están administrando medicamentos por vía intravenosa en el Hospital Militar.
Hernández había dicho que comenzó a sentirse mal el fin de semana y que el martes recibió los resultados de las pruebas. Comentó que el haberse enfermado forma parte del riesgo que conlleva su trabajo, y señaló que debido a sus responsabilidades no podía permanecer en casa constantemente.
Dijo que comenzó a atenderse con lo que llamó “Tratamiento MAIZ”, una combinación experimental de microdacin, azitromicina, ivermectina y zinc.
Indicó que su esposa no presenta síntomas y que otros dos de sus colaboradores también resultaron infectados.
Hernández es aliado cercano del presidente estadounidense Donald Trump, particularmente en las labores para frenar la inmigración ilegal. Sin embargo, fiscales federales en Nueva York han procesado al hermano del mandatario y han especificado claramente que están armando un caso contra el mismo Hernández.
No se le han presentado cargos al presidente, pero la fiscalía federal estadounidense lo ha acusado de aceptar dinero del narcotráfico para promover su carrera política a cambio de permitirles el trasiego de drogas a través de Honduras. Hernández ha rechazado esas acusaciones.
El mandatario fue reelecto en unos disputados comicios en noviembre de 2017, a pesar de que la Constitución hondureña prohíbe explícitamente la reelección.