] NUEVA YORK. * 25 de junio de 2020.
| AP.
El pasado marzo, los cineastas Gerard Bush y Christopher Renz congregaron a sus amigos artistas y unos cuantos periodistas en un exclusivo club en Manhattan, el Soho House, para presentarles su primer largometraje, “Antebellum”.
Querían una reacción crítica constructiva antes del estreno del filme, un thriller psicológico sobre una mujer negra atrapada en un pasado preabolición, que no es para nada pasado. Bush, quien es negro, y Renz, que es blanco, esperaban que el proyecto contribuyera a la conciencia nacional sobre la herencia de la esclavitud y la supremacía blanca en Estados Unidos.
“Al presenciar lo conmovidos que todos estaban con esta película, algunos incluso con lágrimas, nos dimos cuenta por primera vez del impacto potencial que ‘Antebellum’ tendría en la sociedad y las conversaciones atrasadas sobre raza que debemos tener en Estados Unidos”, dijeron los cineastas, que coescribieron, dirigieron y produjeron el proyecto.
Entonces la pandemia del coronavirus estalló alrededor del mundo.
Una vez que el virus sacudió la economía, llevó al cierre de cines y obligó a los estudios de Hollywood a reelaborar sus agendas de estrenos, Bush y Renz retiraron su película del calendario de abril y mayo. No querían que lo que estaba destinado a verse en pantalla grande fuera relegado a las plataformas de streaming, como ocurrió con muchas otras producciones.
Para Bush y Renz, la paciencia resultó ser una virtud.
Mientras muchas salas de cine reabren en las próximas semanas, “Antebellum”, que Lionsgate estrenará el 21 de agosto, llegará durante el apogeo de un ajuste de cuentas en el país, en momentos en que la gente está mostrando una creciente avidez de obras que iluminen el camino hacia la justicia racial. Motivado en parte por las protestas por las recientes muertes de personas negras a manos de la policía, el momento posiciona a “Antebellum” como el único estreno de verano que habla del momento que se vive y el movimiento en defensa de la población negra contra el racismo arraigado y sistemático.
“Siempre creímos que el 2020 marcaría el inicio de una nueva era que requeriría de un nuevo tipo de cine… No teníamos idea de hasta qué punto resultaría profético”, dijeron Bush y Renz a The Associated Press en una serie de entrevistas y correos electrónicos desde su presentación de marzo.
“Antebellum”, protagonizada por la cantante y actriz Janelle Monáe, arranca la experiencia de la esclavitud estadounidense del pasado y la coloca directamente en el presente: en una nación políticamente dividida donde la nostalgia por la Confederación esclavista y la violencia de los supremacistas blancos causan estragos en las vidas de la comunidad negra. La cinta sigue a la exitosa escritora negra Veronica Henley (Monáe) en su búsqueda por destruir los vestigios de ese legado.
Si eso ofrece un parecido siniestro con el presente de Estados Unidos, es pura coincidencia, dijeron los realizadores. En el último mes, manifestaciones provocadas por la muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció el 25 de mayo luego que un policía blanco de Minneapolis lo sometió contra el piso presionándole la nuca con una rodilla, han dado paso al retiro de monumentos de la Confederación, cambios de nombres de edificios en escuelas públicas y privadas, y a la caída de imágenes racistas de empaques de alimentos.
Estadounidenses comunes de todos los colores de piel han salido a las calles a exigir cambios radicales a las políticas de vigilancia y el sistema de justicia penal. Es una consecuencia de no haber nunca lidiado con el pecado original de la nación, señaló Bush.
“Pretendemos despertar a la gente de la fantasía de que un superhéroe vendrá a salvarnos”, dijo. “Sólo nosotros, la humanidad, podemos salvarnos de nosotros mismos”.
Monáe tuvo un papel de reparto el año pasado en “Harriet”, una cinta biográfica sobre la abolicionista Harriet Tubman, y fue aclamada por su papel en la película ganadora del Oscar “Moonlight” (“Luz de luna”). En “Antebellum”, retrata a una heroína negra que se hace cargo de su propia liberación sin una caballería dominada por hombres.
“Sabía que era algo que tenía que hacer, no sólo por mí, sino por mis antepasados y por todas las muchas mujeres negras que considero que son superheroínas contemporáneas”, dijo Monáe a la AP.
“Espero que (la película) impulse a los privilegiados de este país a mantener conversaciones entre ellos, porque no le corresponde a la gente negra tratar de resolver los problemas que plantea el filme”, agregó.
Monáe no había trabajado antes con Bush y Renz, sólo sabía de ellos por el material audiovisual que crearon para el álbum de Jay-Z “4:44” de 2017. El dúo se inició hace más de una década como directores creativos de una firma de publicidad y mercadotecnia que tenía entre sus clientes a marcas de lujo como Moët, Harry Winston y Porsche.
Luego del asesinato de Trayvon Martin en 2012, los cineastas se preguntaron si sólo iban a “vender champaña los próximos 20 o 30 años”, dijo Renz.
Ese período de reflexión los llevó a asociarse con organizaciones por la justicia social como Sankofa.org de Harry Belafonte. En 2016, Bush y Renz dirigieron “Against The Wall”, una campaña de video para llamar la atención sobre el fichaje racial en los cuerpos policiales en la que participaron los actores Michael B. Jordan, quien protagonizó en 2013 el drama sobre brutalidad policial “Fruitvale Station”, y Michael K. Williams, de “The Wire” de HBO, así como el activista y comentarista de CNN Van Jones.
El video muestra a hombres y mujeres negras como si fueran detenidos y cateados por la policía, mientras grabaciones reales de despachadores de agentes policiales describen a sospechosos en términos racialmente discriminatorios. También incluyó una grabación de voz de George Zimmerman del día que éste llamó a la policía a reportar a Trayvon Martin como sospechoso de robo antes de dispararle y matar al adolescente de Florida.
A ese proyecto le siguieron otros, incluyendo lanzamientos musicales de artistas como Ty Dolla $ign, Raphael Saadiq y Mali Music en el servicio de streaming TIDAL de Jay-Z. Su camino a un largometraje con un mensaje de justicia racial ha sido largo, dijeron Bush y Renz.
Por momentos, “Antebellum” usa representaciones gráficamente violentas del trato inhumano a personas esclavizadas, algo que en películas recientes ha generado el rechazo de algunos críticos y cinéfilos negros agotados de películas de Hollywood poco imaginativas sobre la esclavitud.
Bush y Renz dijeron que quieren que el público confíe en que ellos hicieron algo completamente diferente.
“Algunos en la cultura de hoy son provocados por el arte, cuando eso es precisamente lo que el arte está destinado a hacer. Preferiríamos que sean provocados en un cine y activados a tomar acciones significativas y positivas, en lugar de seguir viviendo en una galería de tiro al aire libre cada vez que salimos de nuestras casas”, dijo Bush.
Mientras esperan tener éxito en la taquilla con “Antebellum”, Bush y Renz escriben el guion de un segundo largometraje bajo una nueva compañía de producción, Gloaming Pictures.
“Desde los 60 no hubo un llamado más urgente a una revolución artística”, dijo Bush. “El trabajo apenas está comenzando”.