] Un Rapidín
| con Ángel Irra carceda
» angelirracar@hotmail.com
El decretar el cambio de color rojo al naranja el semáforo epidemiológico por el Covid-19, no es cualquier cosa.
Y más si se hace siguiendo un estúpido e irresponsable capricho de alguien más preocupado por intereses marcadamente personales.
Quienes le hagan el caldo gordo a quien ni siquiera ha respetado medidas sanitarias por la pandemia de este mortal virus, serán corresponsables de las funestas consecuencias.
En esta pandemia México no está bien evaluado. En nuestra adorada entidad suriana, no cantamos mal las rancheras.
Aquí alguien sabe muy bien que las consejas de alto nivel, no siempre son las más acertadas.