] LA PAZ. * 2 de julio de 2020.
| AP.
Los servicios funerarios de Cochabamba se hallan al borde del colapso y los cadáveres se acumulan para ser cremados o enterrados por el rápido ascenso de los contagios del nuevo coronavirus en una de las ciudades más castigadas por la pandemia en Bolivia.
“Antes de la pandemia la policía recogía cuatro o cinco cadáveres de la calle por accidentes, atracos o suicidios, ahora son 16 diarios y la mayoría por sospechas de COVID. El depósito de la policía ya no abastece”, dijo el jueves la vocera de la policía anticrimen de esa ciudad, la capitana Rocío Olivera.
En una entrevista con el diario Opinión agregó que “sabemos que hay más personas que mueren en sus casas pero no se reportan”.
El cuerpo de Cristóbal Huanca Mendoza, un comerciante que falleció el domingo solo en su casa con síntomas compatibles con el coronavirus, fue velado la noche del miércoles en la calle y el jueves su féretro esperaba para ser enterrado.
El obsoleto crematorio del cementerio municipal -con capacidad para incinerar cuatro cuerpos al día-, está desbordado. La lista está copada hasta el domingo y hay varios cadáveres pendientes, dijo un funcionario que pidió el anonimato porque no estaba autorizado hacer declaraciones a la prensa. El jueves un tractor cavaba zanjas en un rincón del cementerio de Cochabamba para aumentar la cantidad de tumbas.
Los procedimientos para enterrar o incinerar a fallecidos por la pandemia complican la situación. “Un cadáver hallado en la calle debe ser sometido a una autopsia para determinar la causa de la muerte, pero el Instituto Forense está congestionado con muertos”, dijo Olivera.
Las casas funerarias de la ciudad -de casi un millón de habitantes- se han declarado en emergencia porque reciben cadáveres sin autopsia y no saben qué procedimientos de bioseguridad utilizar, dijo la oficial.
Bolivia reportó la víspera 1.008 nuevos contagios sumando 34.227 casos y 1.201 fallecidos. “La pandemia está en pleno ascenso”, declaró el director de Epidemiología del Ministerio Salud, Virgilio Prieto.
De las nueve regiones del país, Santa Cruz, Cochabamba y Beni concentran el 79% de los casos y los servicios médicos y laboratorios de diagnóstico están desbordados. La prensa local ha registrado casos de fallecidos en los vestíbulos de los hospitales por falta de espacio.
En gran parte del país la cuarentena fue levantada el 1 de junio por presiones de sectores informales que representan el 70% de la economía. Colegios, escuelas y universidades siguen cerrados y los espectáculos y viajes entre regiones están suspendidos.
Pero los mercados callejeros, donde se venden alimentos a bajos precios, se han convertido en focos de contagio debido a las aglomeraciones y la falta de distanciamiento, según las autoridades.
Arrestan a socialité británica por tráfico de menores
] LA PAZ. * 2 de julio de 2020.
| AP.
La socialité británica Ghislaine Maxwell fue arrestada el jueves bajo cargos de ayudar a atraer a por lo menos tres chicas —incluso una de 14 años— para que el fallecido financiero Jeffrey Epstein las agrediera sexualmente, actos por los que fue acusado de victimizar a docenas de jovencitas y mujeres adultas durante años.
Según la acusación formal, Maxwell, que vivió años con Epstein y frecuentemente lo acompañaba en viajes por el mundo, le facilitó la comisión de los crímenes y en algunas ocasiones participó con él en las agresiones sexuales a las mujeres jóvenes.
Epstein, de 66 años, se suicidó el verano pasado en un centro federal de detención en Nueva York mientras aguardaba ser enjuiciado por trata sexual.
Desde hace años, Maxwell ha sido acusada por muchas mujeres de actuar como madama para Epstein, ayudándole a buscar a jovencitas para abusar de ellas, contratarlas para que le dieran masaje y entonces apremiarlas para que tuvieran relaciones sexuales con él. En una demanda, una mujer afirmó que Maxwell era la “empleada de más alto rango” en la presunta empresa de trata sexual de Epstein. Hasta ahora dichas acusaciones nunca habían derivado en cargos penales.
Maxwell, de 58 años, fue arrestada en Bradford, Nueva Hampshire, donde vivía en una finca arbolada que compró en diciembre en un millón de dólares. El FBI la vigilaba desde que desapareció de la vista pública después del arresto de Epstein hace un año.
“Más recientemente nos enteramos de que se había ido a una hermosa propiedad en Nueva Hampshire, donde continuó viviendo una vida de privilegios mientras sus víctimas viven con el trauma que les infligieron hace años”, declaró el jueves William Sweeney, jefe de la oficina del FBI en Nueva York, en conferencia de prensa.
Jennifer Araoz, quien dice haber sido violada por Epstein cuando ella tenía 15 años, dijo que durante años le tuvo miedo a la red de cómplices del financiero.
“Ahora que la red fue desmantelada, sé que ya no me pueden lastimar”, afirmó Araoz, hoy de 33 años, en un comunicado. “Día tras día yo esperaba la noticia de que Maxwell sería arrestada y obligada a rendir cuentas por sus acciones. Su arresto es un paso en esa dirección, y realmente significa que el sistema de justicia no se olvidó de nosotras”.
Se enviaron mensajes el jueves a varios de los abogados de Maxwell para solicitarles comentarios. Previamente ella ha negado haber hecho nada malo y ha dicho que algunas de las acusaciones que enfrenta son “absoluta basura”.