] LA PAZ. * 9 de julio de 2020.
| Efe.
El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales expresó este jueves su rechazo a una posible presencia de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones en Bolivia, al considerar a este organismo «parte y cómplice del golpe a la democracia» en los comicios de octubre de 2019, luego anulados.
«Rechaza la presencia de estas personas en Bolivia debido a que la OEA basó su informe en los datos no oficiales ni formales del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares de las anuladas elecciones de octubre», señaló el MAS en un comunicado.
Ese informe concluyó que en esos comicios hubo «graves irregularidades» y una «manipulación dolosa» en los resultados.
El partido de Morales, que había sido declarado vencedor en esas elecciones, considera que la OEA realizó «un trabajo parcializado y subjetivo que dio lugar a la duda y violencia».
Los comicios desembocaron en una de las crisis políticas y sociales más graves de la historia reciente del país, con episodios violentos con al menos 36 muertos y más de 800 heridos según la Defensoría del Pueblo de Bolivia, algunos de ellos calificados de «masacres» por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la muerte de civiles por disparos en operativos militares y policiales.
El MAS atribuyó esa violencia a “sectores racistas que se aglutinaron en grupos paramilitares, supuestos cívicos y políticos, de ideología conservadora y neoliberal”.
Evo Morales, que dirige desde Argentina la campaña electoral del MAS, ha denunciado que fue obligado a dejar el poder por un supuesto golpe de Estado de fuerzas que no toleraban un dirigente indígena como él.
EL MAS DENUNCIA QUE LA OEA ES IMPARCIAL
La OEA «se extralimitó y no respetó los códigos de ética de un organismo internacional, por haber emitido criterios anticipados con tinte político, lo que puso en evidencia que no es imparcial», según la nota.
El MAS denunció una «injusta persecución extrajudicial por parte del gobierno golpista”, como califica al Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez, al que acusa de una supuesta injerencia en la Justicia para perseguir a miembros del partido.
Entre ellos el propio Morales, a quien la Fiscalía pide que sea aprehendido por supuesto terrorismo, y su candidato electoral, Luis Arce, que enfrenta distintas acusaciones por casos de presunta corrupción cuando era ministro.
«Ninguna instancia competente de Bolivia ha demostrado el supuesto fraude electoral de 2019 que argumenta hasta hoy la OEA y al contrario existen otros seis informes de reconocidas instituciones y medios internacionales que rechazan y desmienten el reporte del organismo multilateral por tener contradicciones en sus mismos datos», subraya el comunicado.
La investigación judicial en Bolivia por el supuesto fraude sigue en proceso, con varios miembros del anterior órgano electoral imputados, mientras que estudios de distintas entidades de América Latina y publicados en medios de Estados Unidos mantienen que Morales pudo ganar lícitamente.
«La presencia de personeros de la OEA en Bolivia será tomada como una provocación al pueblo y por eso exhorta a ese organismo internacional (…) a desistir de sus oscuros intereses, dejando que otras instituciones internacionales que trabajan por el bien común y el cuidado de las democracias acompañen a la ciudadanía», concluye el comunicado.
Las misiones de observación de la OEA en elecciones son frecuentes desde hace décadas en América Latina, sin que por ahora se haya anunciado una expresamente para los comicios del 6 de septiembre en Bolivia.
Los observadores electorales tuvieron un papel destacado en los comicios de octubre, luego anulados entre denuncias de fraude a favor de Morales, que había sido declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
El pasado noviembre, en el día que la OEA avanzó las conclusiones de su informe, Morales anunció su renuncia denunciando que era forzado por un golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de su nueva victoria electoral y derrocarlo tras casi catorce años en el poder.
Bolivia tiene que elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores en los comicios para los que concurren ocho candidaturas.