Sin Daños a Terceros
| » Ángel Miguel Blanco
»» massiosare@msn.com
¡Se exhibió ‘homófoba, ignorante, cobarde, discriminatoria y mentirosa’! Y, con ello, la legisladora morenista Erika Valencia Cardona se sumó al grupo de diputados homófobos de Guerrero que, como el priísta Omar Jalil Flores Majul, la panista Guadalupe González Suástegui, y el independientes Servando de Jesús Salgado Guzmán, no han disimulado su aversión hacia la diversidad sexual y, en concreto, a la unión matrimonial en la entidad de dos personas del mismo sexo, no obstante la existencia de un decreto emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), asentado en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Tomo I, página 447, de fecha 19 de junio de 2015, en el cual se lee que, respecto al matrimonio igualitario, «no existe razón de índole constitucional para no reconocerlo» y que «cualquier entidad federativa que –de manera configurativa– considere que la finalidad del matrimonio es la procreación» o «lo defina como un acto celebrativo entre un hombre y una mujer», dicho concepto será considerado «inconstitucional».
En el marco conmemorativo de ese derecho reconocido a la comunidad LGTB de México hace diez años, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reiteró su exhorto a los Congresos locales de las Entidades Federativas a «promover la armonización normativa que garantice el matrimonio igualitario».
A través de Comunicado de Prensa (DGC/075/2020), con fecha el 11 de marzo pasado, la CNDH recordó que «la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó en el 2011 que nuestra Constitución no alude ni refiere un tipo específico de familia y que el matrimonio no se conforma exclusivamente por la unión de un hombre y una mujer. De ahí que, cuatro años después, ese Máximo Tribunal señaló que cualquier entidad federativa que considere en su Código Civil que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional».
Por tal motivo, «la CNDH emitió en 2015 la Recomendación General número 23 sobre el matrimonio igualitario, dirigida a los Titulares de los Poderes Ejecutivos y a los Órganos Legislativos de todas las entidades federativas del país, para que armonicen los ordenamientos en materia civil y/o familiar y con ello permitir el acceso al matrimonio a todas las personas y erradicar cualquier tipo de discriminación. Por ello, esta Comisión de nuevo pide a los Congresos locales de las entidades federativas que aún cuentan con deudas históricas con el derecho a la igualdad y no discriminación, cumplir con el mandato constitucional que les fue encomendado y realizar lo procedente para garantizar el derecho al matrimonio a cualquier persona, con independencia de su orientación sexual«, enfatizó el comunicado.
En este punto es donde se alude la actitud de la diputada presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso local, Erika Valencia Cardona, quien la noche del viernes 16 de octubre derrochó homofobia, cobardía, mentiras e ignorancia en el programa radiofónico «Controversias por la Noche», que conduce el reconocido periodista guerrerense y activista internacional de la comunidad LGTB, Igor Pettit.
La legisladora de Morena, a quien sus propios homólogos de partido y del Congreso señalan de entorpecer la aprobación de una frase para que en Guerrero quede establecido el matrimonio igualitario, trastabilló en una sarta de evasivas y mentiras para no responder por qué está en contra en la unión matrimonial de dos personas del mismo sexo, pese al consentimiento de la SCJN y el aval del mismo presidente de México y máximo jerarca de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que cuestionado sobre el tema dijo, firme, claro y conciso, el 17 de mayo de 2019, que el matrimonio igualitario “no es un asunto de tolerancia, (sino) un asunto de respeto a las libertades«.
Luego añadiría que no es necesaria una ley de reforma, al respecto, pues en México “están garantizados los derechos de las personas a ejercer su libertad”. Además, “ya hay un marco legal establecido emitido por Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tanto en lo que tiene que ver en la federación como en los estados, y eso «se va a respetar», subrayó,
No obstante, la diputada Valencia se aferró a que mientras ella no conozca ninguna iniciativa local para legalizar el matrimonio igualitario en Guerrero no puede emitir una respuesta a favor o en contra sobre el tema, argumentando que ella, como legisladora y presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso local, no tiene conocimiento del tema ni de ninguna iniciativa, al respecto. Luego facturó a la Comisión de Justicia el entorpecimiento de dicho dictamen y se deslindó del tema debido a que su partido, Morena, no tiene agendado el matrimonio igualitario en sus Estatutos y se mantendría firme en su postura de no opinar en tanto su máximo líder partidista, Andrés Manuel López Obrador, no hiciera pronunciamiento alguno sobre el matrimonio igualitario.
Igor Pettit le recordó que el tema «se ha tratado en este país desde hace mucho tiempo», pero la diputada morenista, haciendo gala de su ignorancia, insistió: «¿Cómo puedo decirte que estoy en contra de algo que ni siquiera conozco?
Moisés Reyes, promotor de la iniciativa ante el Congreso e invitado de Igor Pettit esa noche, le explicó qué era el matrimonio igualitario y en qué consistía la reforma que se necesita para legalizarlo en Guerrero.
Erika Valencia subió de tono sus declaraciones, evadió cuantas veces pudo la pregunta del por qué a su negativa de aprobar el dictamen que busca legalizar la unión de dos personas en matrimonio, sin importar el sexo, en la entidad.
Luego de personalizar la disyuntiva del conductor del programa, al cual acusó de ataques infundados en diversas publicaciones, colgó su teléfono y dejó hablando solos tanto a Igor Pettit como a Moisés Reyes y a los invitados, vía remota, para opinar sobre el tema, a saber, Ramón Navarrete Magdaleno, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero, y Jessica Ivette Alejo Rayo, secretaria de la Diversidad Sexual del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Guerrero.
Justo aquí, antes de que Erika Valencia pretenda asumir como ‘ataque’ personal este artículo, queremos dejarle en claro que cuando se manifiesta que se exhibió ‘homófoba, ignorante, cobarde, discriminatoria y mentirosa’ en el programa de Igor Pettit, cada adjetivo se manifiesta con sustentos que respaldan la misma audioentrevista que quedó plasmada en los archivos de «Controversias por la Noche». Además, hasta el momento no habido ninguna palabra zalamera ni reptante para el conductor del programa. Decir que Igor Petttit es un ‘reconocido periodista guerrerense y activista internacional de la comunidad LGTB’ es un hecho evidente. La trayectoria periodística y la prensa europea, mexicana y estadounidense han dado fe de su activismo profesional. No hay pecado ni herejía en reconocer los logros y dones de aquellas personas que destacan por sus propios méritos.
Destacar que Erika Valencia ‘miente’ al decir que desconoce el tema del matrimonio igualitario y la iniciativa del mismo ante el Congreso del estado, tiene bases. Ella se presume una legisladora informada y enfatiza que está bien enterada del tema, pero cuando se le cuestiona su homofobismo, al estar en contra del matrimonio igualitario, pese a que ostenta ser una genuina defensora de los derechos humanos, argumenta no estar informada del tema y desconocer si existe en el Congreso alguna iniciativa, al respecto. E inmediatamente después de que le refrescan la memoria, aduce que ese tema no es de su competencia, sino de la Comisión de Justicia, evadiendo ‘cobardemente’ comprometer su opinión, hecho que delata su evidente homofobismo y confirma la aversión que aseguran sus compañeros legisladores tiene contra la comunidad sexual divergente.
Siendo una ‘legisladora bien informada’, Erika Valencia debería recordar que fue durante la sesión de la Comisión de Justicia del 23 de enero de 2019 cuando se analizó, por primera vez, la iniciativa de reforma a los artículos 351, fracción V; 412, 430, 435 y 436 del Código Civil de Guerrero –presentada el 15 de noviembre del 2018 por el Secretario de dicha Comisión, Moisés Reyes Sandoval– para permitir la unión matrimonial entre personas del mismo sexo, y en cuya reunión estuvieron presentes el promotor de la misma, el morenista Reyes Sandoval, así como Omar Jalil Flores Majul, presidente de la Comisión y los diputados Servando De Jesús Salgado Guzman y Ossiel Pacheco Salas, en su calidad de vocales, así como el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado, Ramón Navarrete Magdaleno y varios miembros de la comunidad LGTB, entre ellos el Presidente del Consejo de la Diversidad Sexual en Guerrero (CDSG), Igor Pettit, el único defensor formal y central de los derechos de la diversidad sexual en Guerrero, con proyección nacional e internacional.
Valencia Cardona también debería estar enterada que, lamentablemente, gracias al evidente homofobismo que impera en el Congreso del Estado, el 26 de septiembre de 2019, en sesión a puerta cerrada y por mayoría de votos, la Comisión de Justicia del Congreso de Guerrero declaró improcedente el dictamen que proponía legalizar el matrimonio igualitario en la entidad.
El veredicto fue avalado por el presidente de dicha comisión, el priista Omar Jalil Flores Majul, y los vocales de la misma: Guadalupe González Suástegui (PAN) y Servando de Jesús Salgado Guzmán.
Y es a raíz de este veredicto desfavorable que la comunidad LGTB de Guerrero ha insistido, desde entonces, en hacer valer sus derechos, dados los fallos favorables de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el aval de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el reconocimiento del mismo Presidente de la República y guía nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a las garantías y respeto de los derechos de todos los mexicanos, incluido el matrimonio igualitario, ya que este tema “no es un asunto de tolerancia, (sino) un asunto de respeto a las libertades«, como bien dijo AMLO.
¿EN QUÉ CONSIDETE LA REFORMA?
Según palabras de su promotor, Moisés Reyes Sandoval, la reforma a los artículos 351, fracción V; 412, 430, 435 y 436 del Código Civil de Guerrero, para permitir la unión matrimonial entre personas del mismo sexo, es simple: «Hay que cambiar el concepto de que «el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer» por la definición de que «el matrimonio es unión entre dos personas», sean o no del mismo sexo, tal como promulgó la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 19 de junio de 2015, quien dejó muy en claro que «no existe razón de índole constitucional para no reconocer» el matrimonio igualitario en México, y que «cualquier entidad federativa que –de manera configurativa– considere que la finalidad del matrimonio es la procreación» o «lo defina como un acto celebrativo entre un hombre y una mujer», dicho concepto será considerado «inconstitucional».
Si algo hay que reconocerle a Moisés Reyes, son sus argumentos a título personal y como legislador.
Aprobar esta iniciativa no es asunto de convencimiento personal, sino un «reconocimiento a los derechos humanos de la diversidad sexual», porque en Guerrero «no puede haber guerrerenses de primera y guerrerenses de segunda: ¡Tenemos que tener los mismos derechos todos!».
Siendo así, si el matrimonio igualitario ya es un derecho legal en México, prohibirle a la comunidad LGTB este derecho es, realmente, un ‘crimen’ de odio.
¡Todos aquellas personas, con fuero o sin fuero, que pisoteen los derechos humanos de terceros, deberían pagar por sus ‘crímenes’!
Irónico: ¡Qué rápido olvidan esos legisladores homófobos, principalmente de Morena, que de dientes para fuera se presumen defensores de los derechos humanos pero con sus hechos demuestras que les vale ‘madre’ la máxima del ‘Benemérito de las américas’, Benito Juárez, pilar de la Cuarta Transformación del México lopezobradorista, quien dijo que «el respeto al derecho ajeno es la paz»!
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