] LIMA, Perú. * 9 de noviembre de 2020.
– » Reuters « –
El Congreso peruano destituyó el lunes al presidente Martín Vizcarra en medio de acusaciones de corrupción, en el segundo juicio político contra el mandatario en pocas semanas, a menos de medio año de las próximas elecciones generales y a ocho meses de culminar su periodo.
El Congreso dominado por la oposición superó el umbral de los 87 votos de 130 legisladores para declarar la vacancia del centrista Vizcarra por “incapacidad moral” para gobernar, después de casi cinco horas de intenso debate.
El resultado final fue de 105 votos a favor de la destitución del presidente, 19 en contra y cuatro abstenciones. Los dos legisladores restantes estaban de licencia.
Ahora la presidencia del país minero será asumida por el jefe del Congreso, Manuel Merino, un empresario agrónomo miembro del partido de centro Acción Popular -que tiene la primera minoría en el Poder Legislativo- y que debe de cumplir el actual periodo gubernamental hasta fines de julio de 2021.
Merino, que juramentará el martes como el tercer mandatario en menos de tres años, pidió tranquilidad al país y afirmó que mantendrá la fecha de las elecciones presidenciales y parlamentarias para el 11 de abril del 2021. “Ya está convocado”, dijo en entrevista con América Televisión.
Mas tarde, Vizcarra afirmó que acatará la decisión del Congreso y anunció que no tomará ninguna acción legal para revertir la situación. “Hoy día dejo Palacio de Gobierno, hoy día me voy a mi domicilio”, afirmó rodeado de su gabinete en el patio de la residencia presidencial.
El Congreso que lidera Merino ha sido en los últimos meses una fuente de leyes consideradas populistas, en medio de la lucha contra la pandemia y la crisis económica que asola al país debido a la pandemia de coronavirus.
Vizcarra, que enfrentó por segunda vez en menos de dos meses un juicio político en el Parlamento, había dicho más temprano que su destitución, de producirse, traería “impredecibles consecuencias” y graves costos económicos al país.
“Debemos ser consciente de que una vacancia presidencial incrementaría los temores, la viabilidad y la institucionalidad y esto traería graves costos económicos”, afirmó Vizcarra tras negar las acusaciones de supuestamente haber recibido sobornos cuando fue gobernador de una región peruana hace siete años.
El 18 de septiembre, en el primer intento para echar a Vizcarra, que asumió el poder en 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, el Congreso reunió solo 32 votos.
Centenas de personas protestaban en el centro de Lima contra el Congreso en muestra de apoyo a Vizcarra, pese a las restricciones por la pandemia, bajo vigilancia policial. El mandatario destituido también recibió apoyo de algunos políticos que podrían entrar en la carrera al Palacio de Gobierno en 2021.
¿INCERTIDUMBRE?
El pedido para remover al presidente fue presentado por 27 legisladores tras la difusión de reportes de que Vizcarra supuestamente recibió 640.000 dólares en sobornos de dos empresas que ganaron la licitación de obras públicas cuando fue gobernador de la región Moquegua.
Por estos casos dos fiscales ya investigan al mandatario.
“Es totalmente inconveniente, va a traer incertidumbre al país”, dijo el legislador Francisco Sagasti, del centrista Partido Morado que votó en bloque en contra de la destitución.
La expulsión de Vizcarra probablemente marcaría el comienzo de un período de tensiones políticas, mientras que Merino podría impulsar algunas medidas populistas, según los analistas.
“La agitación política relacionada con el juicio político y las acusaciones de corrupción se suman a la profunda desconfianza en la clase política antes de las comicios”, dijo la firma internacional Eurasia en un informe el lunes.
Merino “probablemente mantendrá el marco de política económica existente, pero avanzará algunas medidas populistas mientras trata de ganar apoyo público”, afirmó Eurasia.
Vizcarra, un centrista que no tiene representación en el Congreso, había hecho un llamado a legisladores “verdaderamente demócratas” para evitar su expulsión e invocó al Parlamento a “dejar atrás cualquier rencilla” en el tramo final del Gobierno y a puertas de unas elecciones en las que no puede postular.
El trance político ocurre cuando los casos de coronavirus suman 922.333 y los muertos 34.879 en Perú. Asimismo, la cuarentena afectó duramente a la economía del país, que se contraería este año un 12,7%, según proyecciones.
Perú, que ha liderado por muchos años el crecimiento en América Latina, ha transitado por constantes escándalos de corrupción que han llevado a tres expresidentes a prisión preventiva y otro al suicido en las últimas dos décadas.