| » Jacko Badillo.
Además de la frase de «Hasta la victoria, siempre», acuñada incluso como grito de batalla del grupo empresarial que modestamente represento, como buen admirador del Ché Guevara otro de sus postulados que comparto es el que reza: «Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada».
Lo traigo a colación a propósito de las alianzas o coaliciones partidistas que se han concretado a últimas fechas de cara al proceso electoral del año que viene, que dejan entrever lo reñido que estará la competencia entre quienes finalmente resulten candidatos a los diferentes cargos de elección popular.
Y es que no se trata solamente de la unión de colores o siglas entre los partidos coaligados; el hecho de que entre los principales protagonistas se haya priorizado antes que otra cosa el cuidar de no ir solos a la elección, revela el reconocimiento de que ninguno de ellos ganaría una contienda de forma individual.
Pecaría de soberbia o de ingenuidad quien asegure que van solos porque se sienten con la suficiente capacidad de ganar. De hecho, los únicos que deben ir así a la competencia son los partidos de nueva creación, porque se los exige la ley, aunque habrá algunos que de última hora suscriban alianzas de facto, sabedores de que, de cualquier manera, los votos que tengan no les alcanzarán para conservar su registro.
Soy de la idea de que las alianzas partidistas deben ir más allá de la simple búsqueda del poder por el poder; un gran proyecto de desarrollo, un verdadero plan para sacar adelante a nuestro municipio y nuestro estado es lo que nos debe hacer coincidir. Siempre que se busque el bien común, el beneficio colectivo, ahí estaremos, ahí sí le entro, y vamos con todo y sin miedo.
Esperemos que en el ámbito municipal se definan las reglas que en la coalición a nivel estatal ya suscribieron Morena, PT y el Partido Verde. Falta que aterricen también esa alianza para los distritos locales y federales. Vamos a esperar.
Mientras tanto… ¡jálalo que es pargo!