CIUDAD DE MÉXICO | 18 de noviembre de 2020.
] Efe.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, explicó este martes que España participará el próximo año en la conmemoración de los 200 años de la independencia de México pero no planea pedir disculpas por la conquista, como lo ha solicitado el presidente Andrés Manuel López Orador.
En una conferencia de prensa en la residencia del embajador español en la capital mexicana, la ministra recordó que en 2021 se conmemoran los 500 años de la conquista y el bicentenario de México y que “a este aniversario se ha comprometido España a participar tras una invitación del gobierno mexicano”.
González Laya hizo este martes un breve viaje a México para estrechar lazos en el país, donde se reunió con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y empresarios españoles.
La ministra habló con Ebrard sobre la polémica propuesta del presidente López Obrador de que el rey Felipe VI se disculpe con las comunidades indígenas por los abusos de la conquista.
“Nosotros hemos sido muy transparentes desde el principio: España ha tenido a lo largo de su historia una mirada reflexiva, una mirada crítica y no ha esperado 500 años a tenerla, la ha tenido a lo largo de su historia”, explicó González Laya.
Recordó que fray Bartolomé de las Casas ya fue en el siglo XVI crítico con el trato a los indígenas y que los reyes de España visitaron en 1990 el sureño estado de Oaxaca en reconocimiento a las comunidades indígena.
Por ello, la ministra subrayó que en las conmemoraciones del próximo año “sería tremendamente útil” mirar al futuro y “plantearnos qué queremos para los próximos 50 y 100 años”.
La relación entre España y el Gobierno de López Obrador comenzó con buen pie, con la asistencia del rey Felipe VI a la investidura del mexicano en diciembre de 2018 y la visita un mes después del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien mostró buena sintonía con el mandatario mexicano.
Pero poco después se enfrió la relación, cuando en marzo de 2019 el presidente mexicano pidió por carta a Felipe VI y al papa Francisco que ofrecieran disculpas por la conquista, algo en lo que sigue insistiendo a día de hoy.