WASHINGTON. | 11 de diciembre de 2020.
] AP.
Estados Unidos dio el viernes la autorización definitiva a la primera vacuna de la nación contra el COVID-19, medida que podría marcar el principio del fin de una pandemia que ha dejado casi 300.000 estadounidenses muertos.
Se prevé que en los próximos días comience la aplicación de las dosis a trabajadores de salud y residentes de asilos después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) autorizó el uso de emergencia de lo que promete ser una vacuna con una alta eficacia desarrollada por Pfizer Inc. y su socio alemán BioNTech.
Las vacunas iniciales son escasas y estarán racionadas después de que Estados Unidos se sumara a Gran Bretaña y otros países en apurarse a inocular a tantas personas como sea posible en antelación a un invierno largo y sombrío. Pasarán meses para doblegar al coronavirus, el cual ha alcanzado niveles catastróficos en las últimas semanas y se ha cobrado 1,5 millones de vidas en el mundo.
Aunque la FDA adoptó la decisión después de revisar públicamente los datos de un amplio estudio en marcha, también ha estado bajo intensa presión política del gobierno del presidente Donald Trump, que ha acusado a la agencia de proceder con demasiada lentitud e incluso había amenazado con destituir al titular de la agencia, Stephen Hahn, si no resolvía nada para el viernes.
La medida dará inicio a lo que será la mayor campaña de vacunación en la historia de Estados Unidos, pero también tiene ramificaciones globales porque constituye un referente para muchos países que enfrentan la misma decisión.
La decisión permite “en esta coyuntura en la que la pandemia está fuera de control, llevar esperanza a la gente”, dijo a The Associated Press el doctor Ugur Sahin, director general de BioNTech.
El mundo necesita desesperadamente una oferta suficiente de múltiples vacunas y la de Pfizer-BioNTech es la primera desarrollada bajo rigurosas pruebas científicas en medio de una enconada búsqueda mundial, un logro científico veloz sin precedentes que se saltó años respecto del proceso habitual.
“No creo que ustedes habrían encontrado a un científico en este planeta que hubiera pronosticado esto hace 11 meses”, dijo el doctor Paul Offitt, experto en vacunas en el Hospital de Pediatría de Filadelfia, y que asesora a la FDA.
Estados Unidos está considerando una segunda vacuna, fabricada por Moderna Inc., cuyo uso podría ser autorizado para la otra semana. Johnson & Johnson tiene previsto saber a principios de enero si su vacuna funciona en las pruebas finales.