CIUDAD DE MÉXICO. | 7 de enero de 2021.
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Un día antes de que se informe si la Ciudad de México y el Estado de México continuarán en semáforo epidemiológico rojo la próxima semana, empresarios del sector restaurantero y del comercio en pequeño pidieron a las autoridades de ambas entidades que les permitan reactivar sus actividades abiertas al público, y advirtieron: “o abrimos o morimos”.
En dos pronunciamientos públicos por separado, coincidieron en reprochar a los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Alfredo del Mazo el hecho de que a los empresarios formales se les “castiga” a costa de “la falta de control de otras actividades”, mientras que la venta informal y el comercio de comida ambulante siguen operando sin cumplir las medidas sanitarias básicas.
En un desplegado en diarios de circulación nacional firmado por “la industria restaurantera”, decenas de dueños de estos establecimientos hicieron un llamado de auxilio: “nos están extinguiendo ¡Ya no podemos más! ¡No condenemos a los trabajadores de los restaurantes al desempleo ni a miles de negocios a la quiebra!”.
Según el documento, desde el inicio de la pandemia, en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se han cerrado 13 mil 500 establecimientos. Mientras que el anuncio del cierre por tres semanas por el regreso al semáforo rojo –del 19 de diciembre de 2020 al 10 de enero de 2021– provocó un incremento de 10% de empleos perdidos a los ya registrados.
En particular, agregaron, en el Edomex han cerrado definitivamente 10 mil restaurantes, con una pérdida de al menos 50 mil empleos directos.
Aseguraron que, a diferencia del inicio de la pandemia, en febrero del año pasado, ahora “los restaurantes ya acabaron con sus ahorros”, parte de ellos los usaron para cumplir con las medidas sanitarias y de protección para colaboradores, proveedores y clientes. Por eso, y por el aforo limitado, “los restaurantes no son fuente de contagio”.
En tanto, se acabaron sus “periodos de gracia” para pagar a sus acreedores y “tenemos el agua hasta el cuello porque debemos seguir pagando impuestos, licencias, servicios etc., y con las puertas cerradas es imposible, ya no sólo pagar las deudas, sino sobrevivir. Se está condenando a miles de personas al desempleo”. Además, hay afectación en la cadena productiva asociada a la industria: verdulerías, panaderías, tortillerías, carnicerías y pollerías, entre otros.
Los restauranteros reprocharon: “No se puede seguir castigando a la economía formal a costa de la falta de control de otras actividades…los restaurantes no son fuente de contagio. Las fiestas y eventos privados e incluso el comercio informal ha generado la pandemia que hoy estamos viviendo”.
Por el contrario, “desde que se anunció el semáforo rojo en ambas entidades, observamos con preocupación y frustración que la venta informal y el comercio de comida ambulante siguieron operando”.
En el caso de los apoyos emergentes de 2 mil 200 pesos a algunos trabajadores del sector en la Ciudad de México, aplaudieron la medida, pero subrayaron: “la mejor manera de ayudarles sería que se garantizaran las condiciones para que mantengan su trabajo con restaurantes abiertos”.
Al final, urgieron a las autoridades a “emprender estrategias que definan la forma de operar los restaurantes aun en semáforo rojo, se trata de proteger la economía y la salud de manera equilibrada… les pedimos que la industria restaurantera sea considerada actividad esencial y se nos permita regresar a trabajar. Si algo queda claro es que o abrimos o morimos”.
Piden que ambulantes cumplan
Por su parte, Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño AC), coincidió en que este sector ha cumplido “a puntillas” los protocolos sanitarios para evitar contagios, por lo que “no es en el comercio y empresas formales en donde se han dado los contagios que tienen al borde de la crisis al sistema hospitalario”.
Por ello, pidió a las autoridades permitir la reactivación de actividades, pues los negocios –generadores de empleos para miles de familias– “ya no tienen recursos” para pagar renta, luz, impuestos, pago a proveedores, sueldos o cuotas al IMSS. “Incluso, muchos trabajadores están a la espera de regresar a las actividades laborales para poder cobrar el aguinaldo”.
Para el Centro Histórico en particular, el Consejo dijo que las actividades mercantiles se deben reestablecer de inmediato porque asumieron todos los protocolos y “no son factor de alto riesgo, mucho menos ahora que las principales fechas comerciales de la temporada han pasado”.
Respecto al comercio ambulante, el organismo afirmó que “debe tener la mayor vigilancia y aplicación de los protocolos de sanitización. Mientras el comercio ambulante continúe sin la aplicación de las medidas necesarias, será difícil mantener control de contagios”.
El pequeño comercio, agregó, está en espera de un plan económico “a la altura del gran desafío que enfrentamos: créditos o financiamiento a fondo perdido, apoyo para la negociación de adeudos”.
Por último, aseguró que la “estrategia de comunicación del gobierno federal para prevenir los contagios se encuentra totalmente desgastada”, y de paso afirmó: “son indolentes los mensajes de los altos funcionarios, llamando al cuidado y resguardo en casa, cuando después aparecen de vacaciones sin aplicar las medidas que ellos mismos recomiendan”, en referencia indirecta al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y sus vacaciones en Oaxaca.