E d i t o r i a l
Ya no muestren sus registros, señores candidatos, ¡muestren sus verdaderos planes para rescatar a la sociedad de tanta corrupción, marginación e injusticia social, desempleo, analfabetismo, inseguridad, narcoviolencia, leyes insulsas y falta de servicios básicos vitales!
No hay tanto dinero publico para mantenerlos a todos: «Primero demuestren con verdadero altruismo por qué deben los ciudadanos votar por ustedes; luego presuman sus registros como aspirantes y pidan el voto».
Ahora que la pandemia azota y lacera a miles de familias acapulqueñas y guerrerenses, ¡den una muestra de generosidad por el prójimo, siquiera; no sean tan miserables y cínicos!
De parásitos, oportunistas, advenedizos y farsantes ya está llena la política. Los que han vivido de la ‘ubre’ pública por años, explotando al pueblo y enriqueciéndose desvergonzadamente del erario, junto con sus familiares y compadres, ¡tengan tantita ‘madre’ y dejen que los que de verdad anhelan un mejor futuro para Acapulco y Guerrero tengan la oportunidad de demostrarlo!
Aquellos que con argucias andan diciendo que ellos sí harían muchas cosas que otros no han hecho, ¡comprométanse con hechos! No solo digan ‘qué harían’ si fueran alcaldes, diputados o gobernadores: «¡Digan ‘cómo lo harían’ y de dónde sacarían los recursos para cumplir sus promesas respecto a problemas graves como a la falta de agua potable, inseguridad y desempleo, por ejemplo!
Convenzan, gánense la confianza con proyectos reales; dejen en engatusar al pueblo con promesas electoreras, valiéndose de la pandemia y del hambre y sed de justicia de los electores.
Ahora bien, si algunos de ustedes llegaran a consolidar sus sueños de ocupar algún cargo de elección popular, déjense de pretextos y de buscar culpables: «¡Pónganse a trabajar!» Y jamás olviden que sus responsabilidades comienzan a partir de que asumen sus cargos, sin trabas ni contratiempos. ¡Todos los que aspiran cargos políticos ya saben a qué le tiran y por eso se les exige capacidad administrativa, conocimiento básico de las leyes y talento político! Quienes carezcan de al menos estos tres requisitos, ¡que mejor ni hagan el ridículo presumiendo sus registros!
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