Tercera Vía
] Ernesto Rivera Rodríguez.
El desaseo político de Morena en Guerrero, comenzó el mismísimo día del proceso electoral del 2018, imprimiendo su fatal sello en la toma de protesta de la LXII Legislatura Local donde el diputado local Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros se ergio como jefe y señor del mismo, y días después al ser nombrado superdelegado, ya se veía despachando en Casa Guerrero.
Su inmadurez política lo llevo a cometer enormes hierros de manera irreparable ante los ojos del propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores.
Además de manipular el Congreso sus manos alcanzaban para «meterlas» en el denominado Movimiento Partido Morena, que aún no se despegaba de su matriz obradorista… esto causo desde el primer momento que a la facha no se han superado, sino al contrario se han profundizado de manera por demás antagónica y perversa, que se han visto manifiestos en el reparto de «las utilidades partidarias», mejor conocidas como reparto los puestos de elección popular en este 2021.
Así a la usanza de los viejos cacicazgos políticos tan repudiados en Guerrero, así se han repartido hoy las candidaturas en el estado suriano. Gabriel García y Mario Delgado Castillo, a través de sus operadores políticos, del primero cómo delegado de los programas sociales en el estado Iván Hernández, quién llego ahí sin ningún mérito, y sólo por la gerencia dejada por el fallecido César Núñez Ramos, y Esther Aracely Gómez, acusada de invadir terrenos en Iguala su tierra natal, pues el primero ha sido bendecido por Gabriel García, para dar y quitar candidaturas a diestra y siniestra en todo lo largo y ancho del estado.
Gabriel García sirviéndose con la cuchara grande intervino para imponer candidatos tanto a diputados federales como locales, presidentes municipales y hasta regidores. Así se han visto beneficiados gente como Jacinto Verona, ex delegado de los programas sociales en Acapulco, Margen de la Cruz, exdelegada en la Costa Chica, Mirna Rendón, esposa del administrador de todas las confianzas de Iván «el Terrible» Hernández, Ossiel Pacheco, diputado local e incondicional del delegado heredero de César Núñez Ramos, y Esther Aracely vendiendo diputaciones y regidurías como a la Sindica de Acapulco, Leticia Castro Ortiz, señalada por negocios turbios en la venta de permisos de circulación.
Los «MORENOS» no se detenían por nada, ni se detuvieron, como el caso de Marco Tulio, dueño de escuelas en Acapulco, Ilich Lozano Herrera hijo de Rosario Herrera y esposo de la administradora que salió por «delantales» en el tema de las vacunas, y quien además hizo un gasto millonario con anuncios espectaculares, burlándose de la instancia fiscalizadora al ponerles en letras chiquitas «99» grados, entre ellos dos, Esther e Iván que le han operado a Mario Delgado y Gabriel García que según ellos han decidido el destino político de Morena en Guerrero, dejando fuera de circulación a Pablo Amilcar Sandoval y su grupo, quien realmente pintaba para ser candidato, por haberlo sido cuando nadie quería por su trabajo, cómo expresidente del partido, exdiputado, exdelegado, y al marchito y corrupto Marcial Rodríguez Saldaña, quien al apoyar a Porfirio Muñoz Ledo, en su aspiración por dirigir el partido no le ha quedado otra cosa apechugar las decisiones de Mario Delgado y Gabriel García… El deshaceo No para ahí… continúa.