Un Rapidín
] Con Ángel Irra Carceda.
Que desde sus mesas, los comensales no salían de su sorpresa el lunes, en el 100% Natural de Chilpancingo.
Hora de desayuno.
Por la mañana de ese día, compartieron mesa dos personajes que, en los hechos, no debían hacerlo.
Más, porque se supone que es violatorio a la ley.
Uno, el titular de la instancia investigadora (el “investigador”, pues), y el otro, el investigado por una presunta violación sexual.
De ese tamaño. El “investigador” y el investigado juntos. Compartiendo el pan y la sal.
Y ya sabrán, el “investigador” arropado por no pocos elementos de su seguridad, quienes dirigían sus miradas para uno y otro lado, incomodando a los demás clientes.
Pero ahí estaban, juntitos.
“Caray, Angel. En serio, se pasan. Ahora sabemos por qué esa averiguación por presunta violación sexual la siguen ‘perfeccionando’, por qué no la judicializan. Y menos lo harán ahora, porque dicen que ya ganó la gubernatura”.
La charla fue breve. Mi confidente se despidió, pues conductores de otros vehículos de atrás le sonaron el claxon para que avanzara en el suyo.