Tercera Vía
» Ernesto Rivera Rodríguez,
No será gratuita la visita por undécima de ocasión a Guerrero del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es un reconocimiento al trabajo de un gobernador Héctor Astudillo Flores que entrada sin exagerar cumple y a cumplido con una tarea que por momentos parecía titánica y que sacó adelante con políticas centradas en la congruencia, carácter, decisión y fortaleza que las circunstancias exigían..salud y violencia fueron desde el Comité para la construcción de la Paz y la Salud, las dos vías de un gobierno que no dejo escapar los propios márgenes para mantener a flote y más allá de ello la economía general, familiar y particular de los guerrerenses.
Las crisis muestran de que están hechos los hombres, desde el aceptar la perdida de un ser querido, el enfrentar las fragosas olas de la política sin palabra, hoy a los mismos jinetes del Apocalipsis, en la figura armaguedónica de una Pandemia que le ha movido «el piso a la humanidad», a puesto a temblar las economías de los más poderosos y en stress a las más desfavorecidas.
Lo he tratado en Otros momentos, pero hoy es vital recordarlo, Héctor Astudillo Flores, formuló el lema de su campaña con el slogan «Orden y Paz», durante casi seis años de su gobierno, Guerrero ha transitado por las más adversos caminos de la violencia, como resultado de políticas equivocadas por omisión y comisión de anteriores gobiernos y un quehacer de simuladas acciones para combatirlos desde el mismísimo gobierno federal.
Héctor Astudillo, asumió el poder con un barril de violencia entre sus manos y remar contra esa corriente en la cual paresia por momentos naufragar, fue su determinación ir paso a paso en terrenos pantanos que desde la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, a la vez que construía los cimientos del detenido desarrollo de Guerrero, enhebraba dialecticamente «el Orden y Paz», a fuerza de construir los cimientos del desarrollo futuro para Guerrero y darle certidumbre a las generaciones actuales, enmedio de un cambio de régimen político federal con el que inteligentemente ha generado puentes desde el primer momento de su arribo del poder, colegiada como miembro de la Conago, y en lo personal con respeto y firmeza.
En la segunda parte de su sexenio del nuevo régimen le brotaron aprendices de brujo, como brotan los hongos en la humedad, se engallaron a tal grado que la polarización la tuvo que contener el mismo Primer Ejecutivo del País, llamados de atención en público y en corto, que no han dejado de sostener movimientos abiertos y soterrados, como el caso del fertilizante que sigue siendo usado de manera discrecional bajo la careta de un manoseado censo partidista…como el intervencionismo en el Congreso Local que el «titiritero» maneja a su antojo, del cual ha mantenido la «sana distancia» políticamente hablando; pero una vez más, hoy en tiempos de la Pandemia se busca desviar la atención a los protocolos de los programas de atención contra el Covid-19, cuando los resultados en la lucha contra la delincuencia organizada y la disminución de los delitos dolosos han bajado sustancialmente, manteniendo un empuje permanente en la lucha contra un enemigo invisible, para el cual nadie en el mundo estaba preparado y mantener el paso en la construcción del C5 con la tecnología más avanzada y en «pinza» trabajar para evitar el derrumbe social ante el confinamiento obligatorio manteniendo un fuerte espíritu de trabajo presencial por todos los medios.
Héctor Astudillo hoy frente a la historia y su Pueblo rendirá su Sexto y último Informe Constitucional, un informe en el cual sin duda alguna el centro de su mensaje será la capacidad y fortaleza del propio pueblo de Guerrero de afrontar sin desmayo a un apocalipsis jamás imaginado que lo tendríamos a flor de piel, que será sin duda el nudo Gordiano de la administración astudillista cortado de tajo con trabajo, sin descanso y la aplicación de la política en toda su envergadura. Como escribiera Churchill: «Las dificultades son oportunidades ganadas».