Tercera Vía
] Ernesto Rivera Rodríguez.
Desde antes que la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, tomara posesión, nubarrones negros se percibían en el horizonte que no llegaron a desbordar sus aguas en los terrenos escabrosos de los juegos de la política local, pese a las maniobras y argucias de los «garlitos» que tendieron desde la perversidad del anonimato que buscaban desequilibrar el escenario de la reciente e incipiente administración municipal.
El garlito o trampa la jugaron por los costados de las sensibles redes sociales y medios impresos bajo el argumento de «trascendido», viejo truco periodístico para lanzar una bola de humo, provocar un movimiento en falso e incendiar las praderas con rumores…que corrió como pólvora encendida de un petardo mojado.
Buscar con esta maniobra un contrato publicitario, es de lo más ruin y canallesco, que de ninguna manera es nueva, es desgraciadamente el pan de cada día…viniendo de quienes un día sí y otro también se rasgan las vestiduras de la moral, las buenas costumbres y una ética que apesta a mierda.
El golpe no era contra los mencionados funcionarios en el Fake de marras, Ángel Octavio Cisneros Flores, Secretario de Finanzas y Administración, y Luz María Meraza Radilla, Secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas… sino contra la alcaldesa Abelina. Para ella era el «garlito»… ellos eran la trampa.
En el contexto de cambio de autoridades municipales se buscó encontrar puntos, prospectos supuestamente ya señalados por grupos que buscaban enquistarse en el poder municipal, las denuncias ya existentes contra éstos hoy funcionarios No los deshabilitaban para ostentar cargo alguno, pruebas en descargo fueron presentadas ante los medios, que buscaron recrudecer el ánimo de la alcaldesa en su toma de decisiones.
De entrada el ánimo social era de irritación, desencanto y porqué que no decirlo hasta de rabia, alimentado por la ausencia de los servicios de recolección de basura por los cuatro puntos cardinales de esta ciudad y puerto, y la grave falta del preciado líquido, el agua. Formó un cadalzo político de enormes proporciones que era urgente resolver, «a cómo diera lugar». La alcaldesa Abelina López, tomo las riendas y sin miramientos optó por lo urgente, lo mediato se resolverá en su momento. Y tal cual fue ante los grupos políticos y de interés que se vieron desplazados y que siguen buscando encontrarle tres pies al gato, dónde hay certeza de mando y toma de desiciones como se ha mostrado en su primera semana de gobierno. El garlito No funcionó.