» Ángel | Blanco
ACAPULO, Gro. * 22 de marzo de 2022.
) Acapulco Press
Para el secretario de Acción Social del Consejo Nacional de Asociaciones Civiles de Mexico y presidente de la asociación civil «Amigos de Poncho», Alfonso Gutiérrez Chavelas, el kiosko que Genaro Vázquez Flores y quiere restaurar en el zócalo no es otra cosa que un buen distractor para que la ciudadanía se olvide de la ineficencia de Abelina López como alcaldesa de Acapulco, pero con ese ‘proyecto guajiro’ solo se reviven viejas heridas que tienen que ver con el bienestar de los acapulqueños y la responsabilidad que la autoridad municipal ha evadido desde el principio de su administración.
Sin embargo, en estos momentos Acapulco no está urgido de un kiosko, sino de seguridad, agua potable, recolección de basura, mantenimiento de los cauces pluviales que descargan sus aguas negras a la bahía y tantos otros servicios promordiales que el mismo Cabildo al que pertenece Genaro Vázquez debiera prestar mayor atención.
Gutiérrez Chavelas lanza una serie de retóricas al promotor del kiosko y al partido que representa: «¿Cuántas firmas respaldan la reinstalación del kiosko en el zócalo? ¿Dónde están los datos de los que firmaron ?»
En Acapulco «¡hay necesidades más grandes que un kiosko!», subraya el presidente de «Amigos de Poncho», y advierte: «¡Despierta, acapulqueño! Con el kiosko sólo te van a robar otros 15 millones de pesos que tendrás que pagar tú, no Abelina López, no Genaro Vázquez ni Movimiento Ciudadano (MC)».
Gutiérrez recuerda que desde el mes de octubre Abelina López solo ha endeudado Acapulco sin consultar a nadie si está de acuerdo con los préstamos millonarios que ha solicitado. No conforme con ese lastre financiero a la economía de los acapulqueños, «¡sale a palestra Genaro Vázquez –supuesto defensor del pueblo y de las causas justas que jura que el pueblo está cansado de lo mismo y de los mismos– a tratar de endeudar más a los acapulqueños con una obra millonaria e innecesaria, pues el kiosko que pretende restaurar fue demolido en 2014, durante el régimen estatal del perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero y del convergente Luis Walton Aburto, ex alcalde de Acapulco por el partido que dio vida a Movimiento Ciudadano. Por eso suena ilógico e incoherente que Genaro Vázquez, reciente adquicisión de MC, quiera restaurar una obra que el padre político de Movimiento Ciudadano en Guerrero avaló derribar porque ya no representaba ni los intereses ni la imagen del puerto, en vista que la misma gente pidió demoler el kiosko porque «el puerto ya no (es) un pueblito», según dijo el gobernador el 1 de julio de su último año de mandato, cuando anunció la remodelación del zócalo con una inversión de 35 millones de pesos, los cuales fueron destinados a través de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y cuya obra quedó finalmente inconclusa, pese a que se tenía prevista entregarla en 2015, justo ante de la celebración del Tiansguis Turístico de ese año.
«Genaro Vázquez no tiene ni idea de lo que es ser regidor», suscribe textualmente Poncho Gutiérrez, pues de saberlo estaría tendría memoria de que fue el mismo pueblo quien solicitó suprimir el kiosko de la remodelación iniciada en junio de 2014 por considerarlo «innecesario, obsoleto», y porque «lejos de ser un punto de reunión de las familias acapulqueñas, solo era utilizado para protestas políticas, defecadero público» y ‘punto de encuentros de degenerados sexuales o travestidos’, como evidencian múltiples denuncias periodísticas de la década.
Por lo anterior. Gutiérrez Chavelas se dijo estar muy decepcionado de Movimiento Ciudadano por estar convertido en un partido de cínicos, mentirosos y oportunistas, en lugar de promotores de la democracia, como cacarean sus dirigentes.
Personalmente culpó directamente a Adrián Wences Carrasco de haber convertido a MC en un nido gente impostora y mentirosa que en nada se diferenciado de los demás partidos que hartaron a la sociedad.
Poncho Gutiérrez lamenta las mentiras que pregona MC y quienes lo dirigen porque, lejos de ser el partido del futuro político de México, en los hechos MC «no es nada», al menos en Guerrero, donde ni siquiera figura en el Congreso del Estado y en Acapulco solo ganaron una regiduría gracias al trabajo de Ramiro Solorio, a quien luego de haberlo utilizado le dieron una patada la no representar más los intereses de la dirigencia estatal.
DATOS HISTÓRICOS
Según datos consultados, el zócalo de Acapulco fue bautizado con el nombre «Plaza de Las Armas» en 1754, luego pasó a «Jardín Álvarez» en 1889. En 1907 el área fue devastada por el terremoto de 7.9 grados Richter que sacudió la población y permaneció así hasta 1943, cuando fueron reparados algunos de sus aspectos; no obstante, su primera remodelación real ocurrió el 16 de diciembre de 1978, bajo el régimen de Febronio Díaz Figueroa, ya con una imagen en la que resaltaba la cantera rosa y el kiosko que dio hincapié a que fuera llamada oficialmente «Plaza Juan N. Álvarez», retomando su nombre original en honor al General Juan N. Álvarez, uno de los comandantes de la Revolución de Ayutla en 1854 y, un año después, Presidente de México.
La obra de remodelación promovida por Ángel Aguirre y Luis Walton en 2014 no fue concluida en su totalidad; dos o tres meses antes de iniciar con los trabajos retiraron bancas, quitaron el adoquín (el cual fue sustituido por losetas que representan un riego para quienes pasean en este lugar), retiraron cuatro fuentes para colocar las llamadas fuentes danzarinas, las cuales no tardaron ni un año en funcionamiento y se deterioraron por falta de mantenimiento.
No obstante, es de destacar que de los atractivos que no se contemplaron en el nuevo proyecto de remodelación de la plaza Juan Álvarez fue el Kiosko, el cual fue construido en los años 70 de réplica del que se ubica en Tlaquepaque, Jalisco.
La demolición del kiosko ocurrió la madrugada del 17 de octubre del 2014, acción que generó diversas opiniones entre acapulqueños y turistas. Unos aplaudían la demolición del kiosko por considerarlo como una estructura que únicamente era utilizada como punto para realizar protestas, así como baño público; mientras tanto, otros pedían la construcción de kiosko por ser un atractivo turístico en esta parte del centro de Acapulco a donde llegan miles de visitantes a tomarse las fotos del recuerdo, pero finalmente fue el gobernador Aguirre quien dijo que no habría más kiosko en la Plaza Álvarea de Acapulco debido a que el consenso ciudadano era mayoría y la conclusión fue que el puerto ya no era un pueblito, motivo por el cual un kioso en una ciudad como Acapulco no solo era innecesario sino obsoleto.
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