Tercera Vía
ERNESTO | RIVERA RODRÍGUEZ
) Facebook @Ernesto Rivera
«Subanse al cambio». Era la fase predilecta en su campaña, la repetía constantemente, era su eslogan preferido, convencer, atraer, vivía en idilio con el electorado, y a la vez lo mimaba, en ello acariciaba el voto… «Ofréceles todo» le aconsejo alguien de su equipo, un profesional del chantaje, total, sólo quieren oírlo!!!
Abelina hizo su campaña arriba de un «patín del diablo», se sentía la mujer maravilla, el gran Tlatoani la protegería, al menos eso pensaba ella, qué podría salir mal, Nada!!! el camino estaba pavimentado, su entrada fue triunfal y así lo vislumbro en su Toma de Protesta, frente en ese momento la gobernadora electa, Evelyn Cesia Salgado Pineda.
Su ambición la engañó, la realidad, la dura realidad, y su falta de oficio político administrativo, la tiene hoy hincada en el suelo, con un Cuerpo Edilicio, que sólo le sigue la corriente porque los tiene comiendo de su mano. Ocho meses de ocurrencias, sin un plan a seguir y la sombra del pasado reciente pisándole los talones porque No ha sido capaz de ordenar su tiempo y espacio de gobierno y esto le está resultando excesivamente caro a los acapulqueños quienes ya ponen sobre la mesa de sus diálogos, la revocación de mandato. Su revocación.
Su perversión raya en la ironía, ante las demandas de la población que es incapaz de atender, y el sarcasmo se cuenta sólo cuando recibe a decenas de jóvenes acapulqueños y guerrerenses a quienes aplaude por su decisión de irse a trabajar a los Estados Unidos, la patria del neoliberalismo que ellos tanto odian pero cuentan entre sus logros las remesas que enviaran. Cuánta incongruencia.
Si el presupuesto por ellos aprobado no les alcanza, entonces hicieron mal las cuentas, proyectaron mal y son los únicos responsables de su ineptitud. Correr a cien o doscientas gentes para aliviar el exceso en la nómina, es como pretender curar un cáncer con aspirina. No cabe duda que no tiene la menor idea de donde está parada, y ni a qué «cambio se subió» de acuerdo a sus propias palabras. El cambio es que hoy está abandonada, y la sola idea de la revocación de mandato como dialogo de los acapulqueños crece, crece.