Tercera Vía
ERNESTO | RIVERA RODRÍGUEZ
) Facebook @Ernesto Rivera
A veces la desmesura ideológica que no política hace cometer garrafales errores que rayan en la cercanía de los agravios personales, perdiéndose la madurez y cordura que lleva a rompimientos costosos en términos del relajamiento del poder y el respeto a la investidura.
El histrionismo patológico de la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, nubla su escaso racionamiento, en tanto en el Ayuntamiento de Acapulco siguen ejerciendo y reinando interéses ajenos al buen decoro de la transparencia controlada por la despótica e ignorante secretaria de Bienestar, quien es la mano que mueve todo el tinglado municipal y ha convertido a su pareja sentimental en su títere: «síganla, que yo he compuesto la música».
Abelina trabaja con un total desprecio a la ley del Municipio Libre y mucho menos al Reglamento que rige al Cabildo, y cuenta con la total complicidad de los regidores de su fracción, el silencio del resto, y con la total complacencia de secretarios y funcionarios de la administración Municipal, controlados por Leticia Lozano Zavala, mostrando sin miramientos un total agravio a la sociedad acapulqueña y un desprecio muy notorio por su soberbia inocultable a la titular del ejecutivo Estatal, Evelyn Cesia Salgado Pineda, porque implica definitivamente la mentira mayor. Esto porque la impunidad de su conducta destruye todo, desde la conciencia colectiva hasta la viabilidad de la 4t en Guerrero, alejada de principios y del cumplimiento de las leyes, esto como desafío a la propuesta social que requiere Acapulco.
Sus sueños guajiros de futuro y control político más allá de Acapulco y del 24 han tragado tierra, al no lograr Ni una sola posición dentro del Comité Estatal de Morena, ni contar con aliados en el Congreso Local. Quizo engañar, sorprender, olvidando que en política no hay sorpresas sino sorprendidos, y como se dice coloquialmente, «hoy con la cola entre las patas regresa, a preparar su Primer Informe» del cual ya expresan los acapulqueños, «Qué va a Informar»?
Abelina significa la simulación llegado a un punto hilarante, una alcaldesa producto del dogmatismo obradorista más abusivo que incluye en su discurso al pasado culpable de todo, con el prurito de que No hay dinero para nada como su tabla de salvación por su temor al presente, y lo adosa con su tesis de gestora popular y por lo tanto, salvadora de los pobres, de los jodidos, del pueblo al que ya giro invitación a su informe, desde el Sunturi.