Traicionado ya en el pasado por el propio Andrés Manuel López Obrador, el Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal A.vila, podría no ser el candidato de Morena a la Presidencia de la República, aunque ya anunció que buscará la nominación para participar en la Elección Presidencial del 2024.
No obstante, parece que si se atrevió a declinar a un cargo tan importante como el de Senador, Ricardo Monreal, a pesar de ser — quiérase o no admitirse– el único de los presidenciables con más sagacidad y soltura para garantizar la reconciliación de México con la 4T, dado el divisionismo, odio y prejuicio implantado por el Presidente en cuatro años de gobierno, y a sabiendas de su férrea oposición a una encuesta (‘dedazo’ disfrazado) para seleccionar al candidato del partido en el poder, mínimo debió haber asegurado la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, ¡de otro modo no se visualizaría esa amplia sonrisa y apretón de manos de Monreal y López Obrador en la foto!, a sabiendas de que AMLO no cejará en su empeño de dejar como su sucesor a alguien dócil y sumiso que acate sus directrices y le cubra las espaldas y de cuyo calibre solo hay dos: Claudia Sheinbaum Pardo y Adán Augusto López Hernández, aunque la actual jefa del #GobiernoCdMx le lleva la delantera a todos como ‘corcholata’ favorita.
¡No extrañe ver a Marcelo Luis Ebrard Casaubón, quién también es mucho más un político de altura y clase que #EsClaudia, vestir próximamente de naranja! Y de ser así, ¡aguas con MC en 2024!
Hay tiempo para la reflexión. AMLO deberá valorar entre aferrarse a un ruido estrellarse de su 4T o una diplomática reivindicación de su fantasía de paz, transformación y honestidad gubernamental que, según los hechos, ni Adán ni Claudia reúnen ese perfil de continuidad de su legado. Hay dos más que sí. Son presidenciables del mismo partido y el Presidente y la opinión pública conoce sus nombres y apellidos. De hecho, son los mejores ases que el Presidente pudiera tener bajo la manga.
La elección para gobernador del 4 de junio pasado en el Estado de México ya demostró que la fuerza del presidente está entumida y en retroceso. En la política, como en el amor, nada está escrito pero «todo se vale», dice el refrán. El domingo próximo se sabrá el desenlace de esta encrucijada en Morena. Tiempo al tiempo.
P.D. No hay que hacer olas, es solo una perspectiva muy personal. La única verdad infalible la tiene el tiempo y la mejor interpretación de la lectura de la foto la tiene solo el lector.