Tercera Vía
ERNESTO | RODRÍGUEZ RIVERA
La apuesta a la reconstrucción de Acapulco, destino turístico que se encuentra en el dintel de su propio destino, después de padecer la fuerza destructiva del huracán Otis y seguido a los 11 meses de John, que cómo tiro de gracia desató un diluvio de más de 900 mililitros por metro cúbico en más de 90 horas de lluvia continúa, se ha convertido en el compromiso toral de Abelina López Rodríguez.
Sin amagos de diferencias la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda y la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, tomaron sin menoscabo de su imagen la determinación de «jalar parejo» en una vez más la rehabilitación de la Avenida Escénica, si «una vez más» su rehabilitación, que al parecer y según lo previsto, los recursos y el mismo proyecto de ingeniería, nos dan la seguridad de que será una obra de alto impacto.
Por dónde empezar.
Cuándo todo por los cuatro costados de Acapulco son de altísima prioridad de una sociedad, de una comunidad que en serio requiere de urgente atención a sus «emociones rotas» en una ciudad colapsada no sólo en la infraestructura turística, sino en su misma urbanización que por doquiera que uno voltee a ver, el rostro de la destrucción es evidente.
Los cálculos más serios sobre la rehabilitación y reconstrucción de Acapulco indican un lapso mayor a cinco o siete años,… «si algo más no vuelve suceder», a tirar los avances a trabajos forzados logrados después del Otis, que John, no sólo destruyó sino los enterró en sus corrientes de agua turbulentas y las incontables toneladas de lodo cómo su residuo aún visibles, y lo más importante, los recursos financieros que cálculos más sensatos apuntan a más de un mil millones de pesos para levantar, para darle un respiro a la acotada, muy golpeada y destruida infraestructura turística y urbana.
Obvio es la prioridad del rescate, la rehabilitación de la franja turística, el epicentro de la creación de la riqueza natural de la Bahía de Acapulco y de los acapulqueños, pero con plusvalía creciente se encuentra la Bahía de Puerto Marqués, como hoy también la Barra de Pie de la Cuesta.
La tarea de la alcaldesa Abelina López no es imposible, en tanto no descuide la gobernanza y la gobernabilidad de una ciudad y el municipio completo con sus más de 140 comunidades rurales, en una ciudad ícono del turismo en el país, su Talón de Aquiles, continúa siendo en este su segundo mandato consecutivo los servicios públicos.
Poner en marcha el vilipendiado Instituto Municipal de Planeación (Implan), cómo la reestructuración profunda y total de Capama, convertida hoy en un frankesteniano paquidermo obeso y corrupto, lo cual es sin duda una importante demanda social.
Foros vienen y reuniones van donde las diferentes propuestas de Cámaras y OPD’s han aportado hasta hoy pocos o nulos argumentos centrándose en una «quejumbre» casi total, y muy pocas y claras propuestas significativas para su reconstrucción. Hasta hoy.
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