El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
Con sustento en los preceptos de la Corte Penal Internacional, tribunal de justicia internacional que tiene la misión de juzgar a los individuos acusados de cometer crímenes de genocidio, de lesa humanidad y de guerra, con personalidad jurídica mundial, con sede en La Haya, Países Bajos (Holanda), puede decirse con certeza que la pedofilia (abuso sexual de menores) no es un asunto netamente jurídico, es cien por ciento moral, es un delito de lesa humanidad, porque es un crimen sexual contra un menor de edad indefenso, y los criminales sexuales no deben ni tienen derecho a fianza; a estos depredadores se les castiga enérgicamente… ¡hasta en la antigüedad se lapidaba públicamente a quienes se hallaban culpables de crímenes sexuales contra menores de edad!
¿Sabrá este asunto el fiscal que el Sr. Astudillo nos impuso como guardián de la justicia?
En su vasta sapiencia y experiencia jurídica, habrá leído el señor Xavier Olea sobre estos preceptos especiales de crímenes sexuales contra menores de edad, cuya, estipulados en el «Estatuto de Roma», instrumento de la Corte o Tribunal Penal Internacional adoptado en Roma el 17 de Julio del año 1998, para combatir los crímenes lesa humanidad, los cuales comprenden «conductas, acciones, tipificadas como: asesinato, deportación, exterminio, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución con motivos políticos, religiosos, raciales, étnicos, ideológicos, secuestro, desaparición forzada o cualquier otro acto carente de humanidad que cause severos daños, tanto psíquica como físicamente?
¿Habrá alguien (les llaman ‘asesores’, creo) que le desempolve el contenido sobre violaciones y abusos sexuales forzados contra menores de edad, tipificados como crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional, organismo a avalado y respaldado por la ONU, de la cual México es miembro?
¿O querrá el señor Astudillo emular a su antecesor Zeferino Torreblanca, que convirtió a Acapulco en paraíso sexual de canadienses y franceses durante su mandato?
¿O será que la niña abusada (el lunes pasado) por el pedófilo canadiense, Walter Zuk, es de extracción humilde?
Mejor aún, ¿dejaría el fiscal Olea al depredador sexual infantil en libertad bajo fianza si la víctima hubiese sido la hija de Héctor Astudillo, de Xavier Olea, Manuel Añorve, de René Juárez, de Florencio Salazar, de Robespierre Robles, o de alguno otro distinguido miembro del grupo en el poder?
Es mi personal punto de vista… a los ‘poderosos’ corresponde el análisis y la justicia.
Y solo para que quede constancia: «Si es así como se imparte la justicia bajo el régimen astudillista, y es así como se estila la impartición de justicia con el individuo que cobra como Fiscal de Guerrero… ¡Dios nos agarre confesados en el Día del Juicio Final!».
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