El Santo Oficio
Ángel Miguel Blanco
massiosare@msn.com
Difiero –un poco– con nuestro presidente, quien en franca defensa del puerto, a raíz de la detención infraganti (el domingo 27 de marzo) del pederasta canadiense Walter Zuk, mientras realizaba ‘caricias indecorosas’ a una menor de tres años de edad, en plena costera Miguel Alemán, rechazó enérgicamente que Acapulco sea un «paraíso sexual» de la pedofilia.
Sin faltarle el respeto a su investidura constitucional, creo que a Evo Velázquez le falta salir un poco mas a sitios populares a «empaparse de pueblo», a conocer el Acapulco de la «plebe», para darse cuenta de la otra realidad del otrora «Paraíso de América».
En La Condesa, en el zócalo, en Caleta, en La Noria, en la Colosio, en La Mira, proliferan los proxenetas y pedófilos que comercian sexualmente con menores de 7, 9 o 13 y 14 años. En el mismo Aeropuerto, sitios de taxis de la Costera y algunos hoteles y moteles del primer cuadro de la ciudad se ofrecen catálogos a turistas solitarios en busca de sexo infantil o adolescente.
En Caleta, en La Condesa, en La Florida, Las Américas, existen casas habitadas por extranjeros dedicados a la pedofilia. Siguen allí, pese a que algunos vecinos conocen su craso negocio, pero nadie denuncia ya porque en Guerrero «la pedofilia no es un delito tipificado», según nuestro fiscal Xavier Olea, quien pareciera con sus declaraciones dar luz verde para que cualquier ‘hijo de puta’ viole y comercie sexualmente a menores de edad.
En tiempos de Zeferino Torreblanca como alcalde dé Acapulco (1999-2002) se denuncio a su secretario general del ayuntamiento, Juan Perea, de sostener amores ilícitos con un pederasta canadiense, de origen francés, que obtenía ganancias hasta por 40 mil dólares mensuales (las ganancias fueron constatadas por los estados de cuenta obtenidos por las autoridades competentes con el banco HSBC) con el comercio de niños de la calle. El mismo FBI se dio a la tarea de investigar la denuncia, a peticion expresa de Interpol, quien aparentemente ya tenia antecedentes del pedófilo por ilícitos cometidos en Francia y Alemania, según el abogado acapulqueño que descubrió el caso mientras investigaba una denuncia contra Juan Perea Rodriguez por «exacción fiscal», pero para evitarle aparentes problemas a su amigo, Zeferino dio de baja a Perea y jamas se supo de su paradero.
Desde entonces, canadienses y franceses han hecho de Acapulco su «paraiso sexual pedofílico».
En «Tepito» circulan películas donde aparecen, inclusive, empresarios, políticos y policías que protegen a estos depredadores extranjeros de niños de Acapulco y otras ciudades de la República.
Cuando trabajamos para la Agencia Proceso y Quehacer Politico tuvimos acceso a cajas repletas de videocintas y catálogos decomisados al pederasta –de apellidos Lanthier Bourbonais– vinculado sentimentalmente con el ex secretario de gobierno de Zeferino.
Pese a las denuncias, nadie hizo nada y aun ahora estos individuos operan con la misma impunidad de siempre, porque en Acapulco el turismo sexual es una industria redituable tanto para quienes la ejercen como para quienes los protegen.
Si, Acapulco si es un «paraíso sexual», que no conviene que siga siendo catalogado como tal, es otra cosa… pero pruebas sobran para confirmar este hecho.
Bastaría conque los asesores de nuestro presidente se dedicaran más a trabajar y menos en «parrandear», solo así ayudarían al alcalde a evitar que trastabille con la misma piedra cada vez que pretende defender Acapulco.
Cosa rara que la mayoría de los acapulqueños conozcan estas historias pero no nuestras autoridades, ¿no les parece? Como que hacen falta menos mentiras para recuperar la credibilidad de nuestro paraíso, Acapulco.
El mensaje colateral también va para Héctor Astudillo, obviamente, porque gracias a él tenemos un Fiscal que ‘generosamente’ ha aclarado que en Guerrero hay luz verde para violar y comerciar sexualmente con niños y adolescentes, en tanto a nuestros diputados se les ocurre modificar la Constitución o Código Penal del Estado para que se tipifique la pedofilia como un crimen y se pueda castigar ejemplarmente a quienes hacen de nuestro territorio su «paraíso sexual infantil», sin temor a sanciones rigurosas.
Sí, sí, sí, sabemos –de antemano– que al fiscal Xavier Olea le sobrarán defensores, pues en tanto nuestros «bellos durmientes» legisladores no hagan algo para que la pedofilia sea delito penal en Guerrero poco se podrá hacer, al respecto, contra los transgresores y mercaderes sexuales de niños.
Pero, bueno, mientras eso sucede, mientras los «bellos durmientes» diputados guerrerenses hacen algo al respecto, ¿no se han puesto a pensar los fortuitos defensores del Fiscal Xavier Olea que para eso están los tratados internacionales sobre la materia, cuyas cláusulas México mismo avala y en cuyos casos coopera y participa? ¡Que no nos salgan con el cuento que no se puede hacer mucho contra el canadiense que realizó «caricias indecorosas» a una niña de tres años en Acapulco!
Si en Guerrero se va a apelar al hecho –irrefutable, por cierto– de que la Fiscalía solo se rige por normas institucionales y que por ese motivo no se puede hacer gran cosa contra los depredadores sexuales de nuestros niños, ¡entonces sí que estamos perdidos!
Luego, entonces, ¿qué nos queda? ¿Recurrir a la justicia divina, a la Ley del Talión? ¿Justicia por nuestras manos?
¡Que se dejen de pendejadas quienes apelan al argumento estúpido de que la justicia se imparte apegada a normas institucionales! ¿Y la moral, los códigos humanos y derechos universales de nuestros niños? ¿No cuentan?
Ojalà nunca les ocurra nada similar a los hijos de esos defensores de las normas jurídicas y el fiscal Xavier Olea, ¡porque desde luego que querrán justicia, como todos los padres a quienes se les ha ultrajado sexualmente algún hijo!
P.D. Anexo, compartimos la imagen de portada de Red21 donde localmente dimos cuenta de esta asunto y cuyo reportaje fue motivo de «repudio» de algunos políticos (del PAN y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, principalmente)… pero no a la denuncia, sino a nuestro trabajo periodístico, por haber exhibido la realidad sin maquillajes, con imágenes reales (previa censura de las víctimas) tomadas de los vídeos propiedad del pedófilo vinculado con el jurista (abogado) y ex secretario del ayuntamiento presidido por el perredista Zeferino Torreblanca, Juan Perea.
#SinDañosATerceros
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