Infobae y Reuters
] LOS ÁNGELES * 01 de junio de 2017.
Se levantaba a las cuatro de la mañana, para darse una ducha fría y salir a correr unos 10 kilómetros, con apenas un desayuno frugal encima. En ese momento, año 2007, cuando formó parte del Ejército, Gal Gadot ya no era una cara desconocida en su país: 3 años antes había sido elegida como Miss Israel y había quedado entre las 15 mujeres más lindas de Miss Universo. Sus compañeros aprendieron a respetarla rápido, una mujer decidida, que se esforzaba más que nadie y que, para sorpresa de muchos, era una experta en combate.
Ese mismo año causó controversia cuando posó para un artículo de Maxim titulado como «Las mujeres de las fuerzas armadas israelíes». La foto de Gal estaba en la invitación a la fiesta de presentación del controvertido número, la cual apareció en la portada del New York Post.
En ese momento, muchas mujeres de su mismo país realizaron una campaña en su contra por su pasado en las pasarelas, en el mundo fashion, aduciendo que no podía representar a una «mujer luchadora» y un político hasta se animó a asegurar que deberían «haber elegido a alguien con más sustancia». Hoy, tras su éxito, las voces que la criticaban resaltan su compromiso y la colocan como ejemplo, a diferencia de la súper modelo Bar Refaeli, también israelí, que se fue del país para evitar pasar por el servicio militar y explotar su carrera en las pasarelas.
Fueron 18 meses, que ella recuerda con orgullo. Con más orgullo que su experiencia en el famoso concurso de belleza: «A los 18 años, me convocaron para competir en Miss Israel. Pensé que sería una experiencia agradable, pero nunca que iba a ganar. Me sorprendió cuando me coronaron y cuando fui a Miss Universo, me rebelé».
«Mi gran miedo era volver a ganar. Llego al hotel y me dicen: ‘Mañana, el desayuno es las 10 y tenés que ir en vestido’ Yo pensaba: ‘De ninguna manera voy a desayunar en un vestido. ¿Quién tiene que llevar un traje de noche a las 10:30 A.M.?» Y no lo usó. Y algunos miembros de la organización se acercaron para susurrarle que «su falta», el no haber seguido de manera estricta el protocolo de desayuno, casi la imposibilitaba ganar. Ella sonrío y dijo: «Gracias».
Después del ejército comenzó a estudiar derecho en la Universidad, pero mientras estaba allí, un director de casting de ‘Quantum of Solace’, una película de James Bond de 2008, vio su tarjeta de modelaje en el muro de mi agencia y audicionó para ser «una chica Bond». No quedó, pero sí se unió a otra franquicia, la de «Rápido y Furioso» en 2009, de la que ya participó en tres películas. Allí se pudo dar uno de sus grandes gustos. Gadot es fanática de las motos. Si bien asegura que «utiliza la bicicleta» para ejercitar, en su garage una Ducati Monster negra.
Gal participó en campañas internacionales para el ron Captain Morgan, para la marca del cuidado de la piel internacional Vera, los autos Jaguar y es la cara del perfume Bambú, de Gucci.
Casada con el desarrollador de bienes raíces de Israel, Yaron Varsano; la pareja se casó en septiembre de 2008 tienen dos hijos: Alma de siete años y Maya, nacida en marzo de 2017.
«Hoy en día ser mujer es difícil, porque tenemos que ser la mejor esposa, la mejor madre, las mejores en el trabajo, ¡la mejor en todo! Pero realmente creo que estamos más capacitadas… somos más fuertes, sofisticadas y podemos lograr lo que queremos. Eso es lo que me gustaría que mi hija sepa», dijo en una entrevista.
Cuando fue seleccionada para la primera personificación de Wonder Woman en la película «Batman vs Superman», los comentarios en la redes fueron otra vez contra su figura. «Esquelética», «sin curvas», «morocha sin gracia» o «le faltan pechos para ser Wonder Woman«, fueron solo algunos de los epítetos que inundaron las redes. La crítica -no de la película, que fue muy dura- con respecto a su papel fueron elogiosas. Es más, muchos aseguraron que es lo único «salvable» del film taquillero de Zack Snyder.
«El entrenamiento en el ejército no fue solo esencial para esta película, sino para toda mi carrera. Me enseñó sobre la disciplina, sobre cómo el sacrificio es importante para alcanzar las metas».
Por su parte, como la Mujer Maravilla, Gadot pasó años entrenando su cuerpo con una mezcla de cardio, artes marciales y pesas; además de esgrima, kickboxing, kung fu, capoeira y jiu-jitsu brasileño. El 2 de junio, la película de Gadot interpretando a Diana de Themyscira llega a las salas argentinas.
«Gané cerca de 8 kilos y es todo músculo. Me siento mucho mejor ahora. Cuando te sentís fuerte, lo cambia todo. La postura, la manera de caminar. Miro fotos de hace cinco años y pienso, ‘Vaya, yo era demasiado delgada’. Debería haber sucedido hace mucho tiempo. Hoy, puedo hacerlo como Superman o el Capitán América«, comentó a la revista Glamour.
Es que Gal Gadot se convirtió en poco tiempo en un símbolo del empoderamiento femenino en Hollywood y ella lo tiene claro: «Cuando se es una figura pública, cada vez que tomamos una decisión debemos pensar qué mensaje le damos a los que nos siguen. A pesar de los avances sociales, el rol de la mujer en el mundo todavía no es reconocido como se debería. Y para esto, todos debemos ser una Wonder Woman«.
«La Mujer Maravilla» llega a la pantalla grande con altas expectativas
Más de 70 años después de surgir en las historietas con su top rojo y shorts azules, la Mujer Maravilla finalmente tiene su turno en la pantalla grande, y las expectativas no podrían ser más altas.
«La Mujer Maravilla», protagonizada por la exsoldado del Ejército israelí, Gal Gadot, y que se estrena a nivel mundial este fin de semana, es la primera película sobre una superheroína desde el fracaso en la taquilla de «Elektra», en 2005, y la primera que es dirigida por una mujer.
«Siento que fue mucha expectativa sobre los hombros de esta película y literalmente sobre los hombros de la Mujer Maravilla«, dijo la directora Patty Jenkins, cuyo presupuesto para el filme fue de más de 150 millones de dólares.
Desde su aparición en 1941 en los cómics de la editorial DC con su top patriótico rojo con el emblema de un águila y shorts azules con estrellas blancas, la Mujer Maravilla se ha convertido en un símbolo del empoderamiento femenino en un mundo del cómic dominado por superhéroes masculinos como Batman y Superman, y admiradores hombres.
La película de Warner Bros vuelve a los orígenes de la princesa Diana, quien creció en una isla paradisíaca habitada por guerreras amazonas que le enseñan sus conocimientos, lenguaje y técnicas de lucha. Cuando el piloto estadounidense Steve Trevor (Chris Pine) se estrella en el lugar, Diana se entera sobre la Primera Guerra Mundial y abandona la isla para seguir al soldado hasta el frente de batalla para eliminar al dios de la guerra.
Las críticas sobre «La Mujer Maravilla» han estado llenas de elogios, marcando una inusual calificación positiva de 97 por ciento en el sitio Rotten Tomatoes con los expertos alabando su humor y espíritu positivo.
La directora dijo que más allá de la diversión «espero que podamos usar un personaje que defiende algo tan necesario en este momento (…) e inspirar a las personas a ser héroes en sus propias vidas».
«Ella es feroz y fuerte e increíble pero también idealista sobre el bien de la humanidad y realmente cree en el amor y la verdad (…) Creo que el héroe que necesitamos para el futuro es que todos nosotros vamos a tener que luchar por lo que creemos», añadió.