] WASHINGTON. * 26 de junio de 2019.
(AFP)
El Senado de Estados Unidos aprobó la entrega 4.6 millones de dólares para que la administración Trump utilice en migración y ayuda humanitaria, una iniciativa que difiere de la enviada por la Cámara de Representantes el martes. La iniciativa de ley pasó con 84 votos a favor y 8 en contra. En medio de la crisis por el trato a los menores migrantes en Estados Unidos, ambas cámaras deberán lograr un acuerdo antes de que se entreguen los recursos. El martes, Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, votó un texto para desbloquear 4,500 millones de dólares en ayuda humanitaria.
“Nos aseguramos de que los niños tengan comida, ropa, productos de higiene, un techo y cuidados médicos”, declaró entonces la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi. Los republicanos, que tienen la mayoría en el Senado, amenazaron ayer con modificar ese texto esta semana si no se asigna parte de esos fondos a las fuerzas de seguridad. La iniciativa de la Cámara Alta contempla 1.3 mil millones de dólares para mejorar las instalaciones en la frontera y 2.9 mil millones para el cuidado de menores migrantes detenidos, además de que tiene restricciones para el Departamento de Seguridad Interior. Al respecto de las diferencias, Pelosi dijo este miércoles que aceptaba la decisión, pero que ambas partes deberán llegar a un acuerdo.
Estas decisiones se producen tras revelarse las condiciones de vida insalubres de los menores retenidos en un centro de la Patrulla Fronteriza en la ciudad texana de Clint, una señal de la creciente presión sobre los recursos públicos ante el aumento de las detenciones en la frontera sur. La visita de una ONG a ese centro, situado a unos 30 km al sureste de El Paso, mostró varias irregularidades, entre ellas el hacinamiento de los internos y la falta de higiene y de atención médica en las instalaciones. Una investigadora de Human Rights Watch (HRW), Clara Long, contó que vio “un niño de tres años con el pelo enmarañado, tos seca, pantalones embarrados y ojos que se cierran por el cansancio”. El pequeño, que había cruzado la frontera junto a un hermano de 11 años y a un tío de 18, llevaba tres semanas detenido. Separado del tío mayor de edad, estaba al cuidado de su hermano mayor.