Sin daños a terceros…
Ángel Miguel Blanco
] Acapulco Press
Si Evo Morales no viene huyendo de una “guerra” y tampoco es un “perseguido” de su país por motivos de “raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, género u orientación sexual”, ni se le violentaron sus “derechos humanos”, como estipula la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en su Declaración de Derechos de Solicitud de Asilo, sino que que fue obligado a renunciar por vicios, acciones y cuestiones políticas y sociales fraudulentas e intolerantes, tras 13 años en el poder, ¿bajo qué términos ofreció AMLO asilo al defenestrado expresidente de Bolivia?
¡Ironías! Lo justo y correcto es brindar asilo a quienes huyen del dictador, no dar asilo al Dictador!
Pero he aquí la cuestión importante: Si Evo no es perseguido de ninguna causa justificable por los preceptos universales de la ACNUR, ¿qué es?
Quizá el twit publicado el 28 de mayo de 2016, a las 7:59 am, sea la mejor respuesta.
«Quien se esconde o escapa es un delincuente confeso. NO es un perseguido político«, escribió Morales.
Siendo así las cosas, puesto que nuestro Presidente ayudó a escapar a un «delincuente confeso», entonces AMLO es cómplice de delincuencia organizada pero de índole internacional, hecho que lo convierte en transgresor de la ley, lo que lo coloca en una situación de riesgo… si es cierto eso que él mismo pregona, que «nadie puede estar por encima de la ley», se trate de quien se trate; en este caso, así sea el mismísimo ‘mesías’ de la #4T.
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