TEHERÁN, Irán. * 8 de enero de 2020.
| AFP.
Un avión de línea ucraniano con 176 personas a bordo, principalmente iraníes y canadienses, se estrelló este miércoles en Irán poco después de despegar de Teherán, sin que haya sobrevivientes.
El incidente se produjo en un momento de fuertes tensiones en Oriente Medio y poco después de que Teherán lanzara una tanda de misiles contra tropas estadounidenses basadas en Irak.
Sin embargo, nada apuntaba a que ambos acontecimientos estuvieran relacionados y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, exigió que se evite cualquier «especulación».
La televisión oficial iraní emitió imágenes del lugar del accidente en las que se ve a los socorristas de la Media Luna Roja iraní buscando en un terreno en el que hay restos de materiales esparcidos.
El vuelo PS752 de Ukraine International Airlines (UIA) había despegado a las 06H10 (02H40 GMT) del aeropuerto Imán Jomeini de Teherán rumbo al aeropuerto Boryspyl de Kiev, pero desapareció de los radares minutos después.
El Boeing 737 se estrelló en unos terrenos agrícolas a unos 45 km al noroeste del aeropuerto, según medios estatales. Tanto responsables ucranianos como iraníes descartaron cualquier posibilidad de encontrar supervivientes.
El ayatolá Alí Jamenei, el guía supremo iraní, transmitió por Twitter sus «sinceras condolencias» a las familias de las víctimas de este accidente «desastroso».
En el aeropuerto de Kiev Boryspil, flores y velas se acumulan en el suelo ante los retratos de la tripulación ucraniana, cinco hombres y cuatro mujeres, muertos en el accidente.
«Los conocía a todos», dice con la voz ronca Artem, un piloto de la misma línea tras depositar un ramo de rosas rojas sin apartar la vista de las fotos de sus colegas muertos.
El presidente ucraniano, que interrumpió sus vacaciones en Omán para volver a Ucrania, ordenó la apertura de una investigación
Niños y estudiantes a bordo
Según la diplomacia ucraniana, a bordo del avión iban 82 iraníes, 63 canadienses, 10 suecos, cuatro afganos, tres británicos y once ucranianos, incluyendo a nueve miembros de la tripulación.
Kiev también informó de la presencia de tres alemanes entre los pasajeros, pero Berlín matizó que en realidad se trataba de solicitantes de asilo registrados en Alemania, aunque no reveló su nacionalidad.
Al menos una treintena de víctimas venían de la región de Edmonton, Canadá, que acoge a una importante diáspora iraní. «Hemos perdido en torno al 1% de nuestra comunidad en este vuelo», dijo un miembro de la comunidad iraní local.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau exigió una «investigación profunda».
Según la lista de pasajeros, al menos 25 eran menores de 18 años. Trece pasajeros eran estudiantes de la universidad Sharif de Teherán, una de las más prestigiosas del país, según la agencia Isna.
La compañía UIA afirmó que el avión, un Boeing 737 construido en 2016, había sido sometido a una revisión técnica hace dos días.
Es el primer accidente de esta compañía aérea que pertenece en parte al oligarca Igor Kolomoiski, cercano al presidente ucraniano.
«Era uno de nuestros mejores aviones, con un equipo excelente y muy seguro», declaró, con los ojos llorosos, el presidente de la aerolínea, Ievguen Dyjne, en una rueda de prensa en Kiev.
, antes de anunciar el desplazamiento a Teherán de investigadores ucranianos.
En unas imágenes grabadas por aficionados, divulgadas por los medios estatales iraníes, se ve al avión, en llamas, perdiendo altitud por la noche y explotando al impactar contra el suelo.
Stephen Wright, experto en aeronáutica de la Universidad finlandesa de Tampere, declaró a la AFP que dudaba que el avión hubiera sido abatido.
Encuentran las cajas negras
«Hay muchas especulaciones actualmente que afirman que fue abatido, pero no creo que ese sea el caso en absoluto», explicó. «El avión ascendía […] en la buena dirección, lo que significa que algo catastrófico ocurrió», observó, y mencionó «una bomba o una avería catastrófica».
Otros expertos instaron a la prudencia sobre esta posibilidad.
Boeing, afectado por el escándalo que rodea a sus 737 MAX en tierra desde hace 10 meses, indicó en un comunicado que está «dispuesto a ayudar por todos los medios necesarios».
La Autoridad de la aviación civil iraní anunció que se encontraron las dos cajas negras del aparato, pero descartó entregárselas a Estados Unidos. «No le daremos las cajas negras al fabricante ni a los estadounidenses», señaló Ali Abedzadeh, director de la Organización de la Aviación Civil de Irán, citado por la agencia Mehr.
Más tarde, sin nombrar a Irán directamente, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidió una «cooperación total con toda la investigación y sobre las causas» del accidente.
Solo algunos países, entre ellos Estados Unidos, Alemania o Francia, tienen la capacidad técnica de analizar cajas negras.
El primer ministro ucraniano Oleksi Gontcharouk indicó que Kiev negocia con Teherán para que autorice el acceso al lugar del accidente a los investigadores ucranianos.
Tras el lanzamiento de misiles iraníes contra las fuerzas estadounidenses en Irak, muchas compañías aéreas, como Air France o Lufthansa, indicaron que suspendían las rutas que sobrevuelen Irak e Irán.
La Agencia Federal de Aviación estadounidense (FAA) ya había prohíbido el martes por la noche que los aviones civiles de Estados Unidos sobrevuelen esos dos países y el Golfo.