* Sólo con una gran alianza.
La Columna
] De Ángel Irra Carceda
angelirracar@hotmail.com
Héctor Astudillo Flores estará próximamente (sino que ya está) en un franco periodo de reflexión política.
Más tarde, estará preparando maletas para dejar la investidura de gobernador de Guerrero.
Sé que es un hombre de reflexión. Realista, y muy comprobado en ese terreno.
No escaló en la política sobre un terreno suave. NO.
Ha enfrentado altibajos. Incluso el “el golpe amigo” dentro y fuera de su propio partido (el PRI). Y eso lo superó.
Muchos me han dicho que es un hombre rencoroso. Les sostengo que NO.
Y les menciono varios ejemplos, y que están en la conformación de su gabinete. Lo dije antes, lo sostengo: algunos no deberían estar ahí.
Me consta que en la adversidad algunos no se expresaron bien de Héctor Astudillo, y en cuanto fue electo gobernador se le acercaron y lograron su ingreso a la nómina.
Me consta también que otros que se sintieron desplazados por aquél joven político, ahora el gobernador, se dijeron traicionados. E igual, ahora gozan del poder que con su confianza les otorgó en el gabinete.
Comento todo esto (y dejo muchos pendientes), ante la posibilidad de que el PRI pierda la gubernatura en la elección de 2021.
Por eso, pregunto: ¿cuántos de esos priistas abandonarán el barco ante la proximidad de esa elección?
Objetivamente, el PRI no tiene grandes posibilidades de mantenerse en Casa Guerrero en esa elección.
La alianza opositora a Morena con las demás fuerzas políticas, debe ser muy sólida. Y es necesaria para competir. No hay de otra.
López Obrador viene por este corredor Pacífico: Oaxaca, Guerrero, Michoacán.
El propio gobernador se doblegará ante esta ambición, o luchará con un partido tan diezmado?
Y en ese contexto tan adverso, quién de los aspirantes a la candidatura del PRI se echará ese trompo a la uña, para ir a la contienda electoral del año próximo?
Pero llegará ese momento. No falta mucho. Piratas y mercenarios se sentarán a la mesa a reclamar la ansiada candidatura, o posiciones legislativas y/o municipales.
La bajada del “pico” ya empieza. ¿Cuántos les serán fieles. Cuántos se mantendrán a su lado?