] LONDRES. * 7 de abril de 2020.
| RT.
El editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, expresó a RT sus preocupaciones por el estado de salud de Julian Assange, encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido), después que este martes la BBC informara de la primera muerte de uno de los reclusos de esa cárcel por causa del covid-19.
Un ambiente carcelario es «como una placa de Petri» para un virus, explicó Hrafnsson, sobre todo para uno tan altamente infeccioso como el covid-19.
«Hay guardias de la prisión entrando y saliendo. Al menos un tercio de ellos no se presenta a trabajar porque tienen el virus o porque están aislados», aseguró Hrafnsson, quien también sugirió que varios reclusos en Belmarsh podrían estar infectados con el coronavirus.
«La vida de Assange corre peligro cada día y cada hora»
El editor en jefe de WikiLeaks destaca que la situación en esa prisión es particularmente alarmante para Assange, cuyo estado de salud era ya bastante delicado antes del brote de coronavirus.
«Assange está en muy mal estado. Es un individuo muy vulnerable, especialmente ante un virus como el covid-19. Tiene una afección pulmonar subyacente y se lo consideraría en gran riesgo incluso si viviera normalmente en sociedad», reiteró Hrafnsson.
«Está en una situación en la que su vida corre peligro cada día y cada hora», subrayó el editor en jefe de Wikileaks al indicar que las autoridades británicas están descuidando sus deberes por haber dejado encarcelado a Assange, así como a otros prisioneros, en las circunstancias actuales.
A pesar de la pandemia
A finales de marzo, la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, negó el pedido de libertad bajo fianza que formuló la defensa de Assange ante el temor de contagio de coronavirus en Belmarsh.
Hrafnsson también criticó la decisión de la magistrada de la Corte de Westminster, Vanessa Baraitser, quien se negó este martes a aplazar hasta el otoño la segunda fase del juicio de extradición de Julian Assange a EE.UU., en el contexto de la pandemia.
La jueza mantuvo la agenda actual, que prevé la siguiente sesión de audiencia para el 18 de mayo. Hrafnsson denunció este enfoque como «simplemente escandaloso».
También destacó que esta situación está desarrollándose en un contexto en el cual los abogados de Assange no han tenido contacto con su cliente durante aproximadamente tres semanas, ya que no pueden visitarlo en la prisión y tampoco hablar con él por videochat.