] BOGOTÁ. * 26 de junio de 2020.
| Reuters.
Venezuela es una bomba de tiempo para la salud pública, dijo el viernes a Reuters el presidente de Colombia, Iván Duque, al destacar al vecino país como un riesgo adicional en los intentos de su gobierno por contener la pandemia del coronavirus a pesar de más de tres meses de aislamiento y esfuerzos económicos.
El gobierno de Duque no reconoce al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como el líder legítimo de su país y acusa regularmente al mandatario socialista de albergar bandas criminales y rebeldes de izquierda.
Colombia, que tiene casi 80.600 casos confirmados de coronavirus y más de 2.600 muertes, se convirtió en los últimos años en el principal destino para miles de venezolanos que huyen de la crisis social y económica de su país.
La frontera de 2.219 kilómetros entre los dos países, que casi siempre permanece cerrada, es notoriamente porosa con cientos de cruces ilegales.
Venezuela solo ha reportado 4.600 casos de coronavirus y 39 muertes.
“El caso de Venezuela, la información es nula, entonces es prácticamente un albur todo lo que ocurre allá porque no hay buenas capacidades hospitalarias, no hay buenas capacidades epidemiológicas, hace mucho tiempo no se hacen programas serios de inmunización”, dijo Duque en una entrevista con Reuters en el palacio presidencial.
“Entonces por su puesto yo creo que Venezuela es desde el punto de vista de salud pública una bomba de tiempo”, precisó.
Maduro sostiene que su país ha manejado el brote mejor que otras naciones latinoamericanas y dijo que la mayoría de los casos se pueden rastrear a los emigrantes que regresan de Colombia y Brasil.
Pero los médicos denunciaron que no hay suficientes camas ni suministros hospitalarios, un uso limitado de mascarillas en espacios públicos y la utilización de hoteles de bajo presupuesto para poner en cuarentena a los pacientes con COVID-19.
BRASIL: MÁS CONFIABLE Y CREÍBLE
Colombia también comparte una frontera amazónica con Brasil, que ha registrado más de 1,2 millones de casos y casi 55.000 muertes, incluso cuando el presidente Jair Bolsonaro ha minimizado la gravedad de la pandemia.
El mes pasado, Colombia aumentó la militarización en su frontera con Brasil para impedir el tránsito por los cruces informales y la posible propagación de COVID-19, después de que el departamento de Amazonas, escasamente poblado, registró un aumento de los casos.
Pese al elevado número de casos en Brasil, Duque destacó que ese país “tiene una institucionalidad mucho más confiable, más creíble” y los gobernadores trabajan coordinadamente con las autoridades nacionales haciendo pruebas para detectar el virus y adoptando medidas para contenerlo.
Duque aseguró que las medidas de aislamiento preventivo que comenzaron en marzo le han permitido a Colombia mantener controlada la curva con menores tasas de muertes y de contagio por cada millón de habitante comparativamente con Estados Unidos, Europa y otros países de América Latina.
El mandatario dijo que los nuevos casos se concentran en un número reducido de municipios y las muertes en mayores de 60 años.
Duque reveló que al comienzo de la pandemia el país tenía 5.400 unidades de cuidados intensivos y que ha logrado aumentar la cantidad de ventiladores para llegar próximamente a 10.000 y así robustecer la capacidad hospitalaria.
“Colombia tiene un comportamiento muchísimo mejor al de la región, muchísimo mejor al de países desarrollados y también con un elemento y es que está fortaleciendo su capacidad de unidades de cuidados intensivos”, explicó.
Entre los gastos en programas sociales y atención médica, garantías de crédito del Gobierno y los esfuerzos de liquidez del Banco Central, el país está destinando el equivalente al 11,3% del Producto Interno Bruto para atender la pandemia, dijo el mandatario.
Duque aseguró que la economía colombiana, fuertemente golpeada por la pandemia, está funcionando alrededor de un 90%, y aseguró que la mejor medida para contener el coronavirus es el buen comportamiento ciudadano porque “un país no puede estar encerrado indefinidamente” al tiempo que insistió en que “vamos a tener que convivir con esta pandemia por lo menos un año”.
Buenos Aires volverá a cuarentena estricta por dos semanas
] BUENOS AIRES. * 26 de junio de 2020.
| Reuters.
La capital de Argentina y sus suburbios volverán a una etapa de un aislamiento obligatorio estricto desde el 1 de julio hasta el 17 de julio, informó el viernes el presidente Alberto Fernández, que intenta reducir la aceleración de los contagios de COVID-19 que hubo en las últimas semanas.
Hasta el viernes, Argentina tenía un total de 52.457 casos, con 1.167 muertos, cifras que son muy inferiores a las de algunos de sus vecinos sudamericanos, pero que podrían crecer exponencialmente durante julio, según diversos expertos.
“Necesitamos ganar tiempo para garantizar que nuestro sistema de salud mejore y pueda atender a todos, absolutamente a todos los argentinos (…) La cuarentena es un remedio para la pandemia, el único que conocemos”, señaló Fernández en un discurso grabado para la televisión.
El Gobierno aligeró en semanas recientes las restricciones establecidas en marzo en gran parte del país. Sin embargo, mantuvo el confinamiento obligatorio en la ciudad de Buenos Aires y sus poblados suburbios, aunque con mayores libertades.
Pero al multiplicarse por cinco el número de casos desde mediados de mayo, las autoridades de la nación, de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad homónima decidieron volver atrás con la moderada apertura de las últimas semanas en el área, que es la más castigada por el nuevo coronavirus.
“Vemos que el epicentro (de la pandemia) está en el área metropolitana de Buenos Aires. El área metropolitana está contagiando al resto del país. Tenemos que aislar al área metropolitana del resto del país”, añadió Fernández, que estuvo acompañado por los gobernantes de la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
En busca de revitalizar una economía que se derrumba tras dos años de recesión, el Gobierno de Argentina otorgó amplios subsidios y permitió la apertura de más comercios, aunque los parques, las escuelas y gran parte de las oficinas permanecen cerrados en la capital y sus alrededores.
Fernández anunció más subsidios y beneficios para los comerciantes y trabajadores golpeados por la pandemia.