» Jacko Badillo.
| CCE Guerrero.
El pronunciamiento hecho por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de mostrarse de acuerdo en que sea el INE el que organice la elección de las dirigencias del partido Morena, tal como lo ordenó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, no es un asunto que deba tomarse a la ligera.
Quienes conocen cómo andan las cosas en el plano nacional saben que el fundador de dicho instituto político, que en el pasado proceso electoral arrasó, no está muy contento que digamos con la actitud que han asumido algunos personajes y grupos creados al interior, y que incluso ya les ha advertido que si no se ponen de acuerdo estaría pensando seriamente en tomar decisiones no muy favorables para la causa morenista.
En ese sentido, si no fueron capaces de ponerse de acuerdo para la elección de dirigencias de manera interna, la intervención del INE y la elección por encuesta vendría a ser una segunda oportunidad para que los cuadros dirigentes de Morena recapaciten y antepongan el interés superior de la nación y dejen de lado ambiciones particulares o de grupo.
Al final de cuentas, y lo dijo el propio López Obrador, en una democracia el que manda es el pueblo, y nosotros como integrantes de la sociedad civil con mucho ánimo de participar de manera externa, con base a lo que marcan los propios estatutos del partido, nos mantenemos a la expectativa y hacemos votos porque las diferencias que haya entre quienes buscan espacios de dirigencia se resuelvan de la mejor manera.
Morena es un gran partido, hay que reconocerlo, pues en poco tiempo logró colocar nada menos que en la Presidencia de la República a su líder máximo, algo nunca visto en la historia reciente de nuestro país, y arrasar en alcaldías, diputaciones locales, federales y senadurías, incluso ganar algunas gubernaturas, siempre bajo el liderazgo de AMLO.
Este 2021, todo parece indicar que seguirá la misma tendencia ganadora, sin embargo, mucho dependerá de cómo llegue el partido, y la unidad interna debe ser la mayor fortaleza. Es tiempo de ponerse de acuerdo. El Presidente está observando.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!