] LA PAZ, Bolivia. * 3 de septiembre de 2020.
| Reuters.
En La Paz, donde el espacio en los cementerios es un bien escaso, personas crean tumbas clandestinas o ingresan a las necrópolis en las primeras horas de la mañana o a la madrugada para excavar tumbas sin autorización para sus familiares.
“Quieren enterrar encima de otra tumba. Por ejemplo, destapan la tumba, ni siquiera son dos o tres metros, solo a un metro y quieren meter el cuerpo”, dijo Osmar Arce, presidente de una junta vecinal de La Paz, que agregó que luego la policía tiene que retirar los cuerpos.
Bolivia ha estado luchando para contener la diseminación del coronavirus en medio de una creciente tensión política ante la proximidad de las elecciones presidenciales.
De acuerdo con el Gobierno de la presidenta interina, Jeanine Añez, los casos de la enfermedad se aceleraron en el país de 11,6 millones de habitantes luego de las protestas por la postergación de los comicios generales al 18 de octubre por la pandemia.
Los cementerios de La Paz ahora están luchando para responder a un crecimiento del 580% en la demanda de nuevos entierros, según René Sahonero, un funcionario del Ministerio de Salud boliviano.
La cuestión de las tumbas clandestinas es un duro dilema para las autoridades locales, que han dicho que muchas familias acuden a estas prácticas ante la falta de alternativas para darle un entierro apropiado a sus seres queridos.
“Al ver la situación del dolor ajeno nosotros no podemos impedir a esas familias procedan al entierro”, dijo Rene Tambo, un policía que agregó que “tenemos que pensar en las posibilidades de las personas. No se los puede obligar a que vayan a un cementerio”.
Bolivia tiene 117.926 casos confirmados de coronavirus, con una cifra oficial de 5.200 fallecidos, aunque diversos críticos señalan que el Gobierno no está informando todas las muertes.
“Desde el inicio de la pandemia hasta la fecha habría exceso de muertes” en comparación con el número informado de manera oficial, dijo Andrés Uzin, experto en políticas públicas y estadísticas.
Uzin explicó que, según datos del Servicio de Registro Civil, en junio y julio hubo (contabilizando los dos meses) cerca de 14.000 muertes más que el promedio, aunque no necesariamente puedan atribuirse al COVID-19.
“El registro que está mostrando el Gobierno no está mostrando la realidad del país”, señaló Uzin, y agregó que el número de casos reportados oficialmente también es inferior al real debido a que la capacidad de análisis del país es de solo 2.500 tests diarios.
Wuhan reabre aulas pese a preocupación por Covid19
] WUHAN, China. * 3 de septiembre de 2020.
| Reuters.
Había lágrimas y emoción de los estudiantes al saludar a sus maestros en el primer día de clase después de siete meses en la ciudad china de Wuhan, aún con el recuerdo del nuevo coronavirus presente, pero padres y profesorado advierten que, pese a que el patógeno se ha replegado, nadie puede permitirse bajar la guardia.
La ciudad, situada en el centro del país asiático y epicentro inicial de la pandemia mundial del coronavirus, permitió el martes que más de 2.800 instituciones educativas comenzaran un nuevo curso, abriendo sus puertas a casi 1,4 millones de estudiantes por primera vez desde enero.
Fuera de la escuela primaria de Wuluo Road, la vida parecía haber vuelto a una aparente de normalidad, con alguna alumna reacia que rogaba a su padre que la llevara a casa. Mientras, el transporte público volvía a inundar las calles y los puestos de desayuno y otras tiendas para estudiantes prosperaban de nuevo.
“Durante la epidemia, los niños estuvieron en casa durante más de medio año y en todos los aspectos no pudieron estudiar tan bien como en la escuela”, dijo Wei Fanling, desayunando con su hijo de 12 años.
Wei dijo que se sentía aliviada de que su hijo pudiera volver a clase, comparándolo con “un monstruo salido de su jaula”, pero que se mantendrían vigilantes.
“Aunque esta epidemia ha terminado, todavía no podemos tomárnoslo con calma”, dijo.
En los recintos residenciales cercanos hubo alrededor de 40 casos confirmados de coronavirus, dijeron los padres. El número de muertes de Wuhan, 3.869, representa más del 80% del total de China, aunque no se ha registrado ni una sola transmisión local desde mediados de mayo.
Aunque las instituciones educativas de Wuhan están tratando de dejar atrás un año tumultuoso, siguen tomando precauciones específicas, y los niños son sometidos regularmente a controles de temperatura.
El Gobierno ha aconsejado a los padres que eviten el transporte público en la medida de lo posible. Los autobuses estaban medio vacíos, y los estudiantes eran llevados a clase en coche privado o en ciclomotores eléctricos.
La Universidad de Wuhan, que lleva más de una semana abierta y se prepara para aceptar un nuevo grupo de estudiantes, ha sellado su campus para evitar la entrada de personas no autorizadas.
Todos los estudiantes universitarios serán examinados antes de que se les permita regresar, y los que regresen del extranjero serán puestos en cuarentena en las residencias del campus durante 14 días.
Qiao Qiong, una profesora universitaria de 40 años cuyo hijo estudia en la escuela de Wuluo Road, dijo que estaba contenta de que los meses de enseñanza desde casa ya hubieran terminado, pero que la normalidad todavía quedaba lejos.
“El virus no es poca cosa, así que creo que todavía necesitamos algo más de tiempo”, dijo.
“Probablemente habrá algunas situaciones de emergencia pero estamos bien preparados”.