SAN PEDRO SULA, Chiapas. | 19 de noviembre de 2020.
] Reuters.
Decenas de miles de hondureños que huyeron de dos catastróficas tormentas recientes en la región se aglomeran en abarrotados refugios, dijeron trabajadores humanitarios y autoridades, generando preocupaciones de que la caótica situación desencadene un nuevo aumento en las infecciones por coronavirus.
Trabajadores de cuatro organizaciones internacionales de ayuda y dos líderes de iglesias locales dijeron a Reuters que las inadecuadas condiciones sanitarias en los albergues en la norteña ciudad hondureña San Pedro Sula eran una seria preocupación.
“El problema de salud más urgente es el coronavirus”, dijo Matt Hackworth, asesor principal de c quien señaló que había visitado varios refugios en el área.
“No ves el uso de mascarillas, no ves a la gente distanciándose socialmente, no ves a la gente lavándose las manos con mucha intensidad. Los refugios están simplemente saturados”, agregó.
Un testigo de Reuters en un refugio vio a grandes grupos de personas de todas las edades acostadas unas cerca de otras en colchones en el piso y a otras caminando mientras se ayudaban unas entre sí sin distanciarse socialmente. Algunos, pero no todos, llevaban cubrebocas.
El viceministro de Salud de Honduras, Roberto Cosenza, dijo que más de una cuarta parte de las 3.500 pruebas rápidas realizadas por las autoridades locales en los refugios de San Pedro Sula dieron positivo. “Hemos tenido alta positividad en estos albergues”, declaró Cosenza a la televisión local.
Hasta el lunes había 55.435 personas en 535 refugios en toda Honduras, mostraron datos del Gobierno, con la mayoría en el Valle de Sula, donde se encuentra San Pedro Sula.
Cortés, la región donde están la mayoría de los refugios, es la más afectada por el coronavirus en Honduras, que acumulaba 103.488 casos y 2.389 muertes hasta el miércoles. La zona ha registrado el 27,7% de las infecciones y el 29,9% de los decesos por COVID-19 en el país centroamericano.
Los trabajadores humanitarios dicen que los residentes que huyen de las inundaciones tienen pocas buenas opciones.
“Ningún lugar aquí es adecuado”, dijo el pastor Jorge Escobar, cuya iglesia en San Pedro Sula acogió a varias familias vulnerables. “Lo que la gente busca es un techo, un lugar seguro”, añadió.
Escobar indicó que la principal preocupación de la gente es de dónde vendría su próxima comida, en lugar del coronavirus. “Son muy vulnerables”, añadió.
Felipe Del Cid, gerente de operaciones de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo que ahora es una posibilidad real un aumento en los nuevos casos de coronavirus.
“Aunque existen guías, parámetros para el COVID de cuántas personas pueden estar en un espacio, debido al tamaño de la emergencia (…) es muy difícil para toda la población y para las instituciones que todas las medidas de prevención se apliquen”, explicó Del Cid.