CARACAS. | 8 de diciembre de 2020.
] Efe.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que tuvo que cambiar a última hora su centro de votación en las pasadas parlamentarias del domingo porque le informaron sobre un plan para asesinarlo, que habría sido organizado por el Gobierno de Colombia.
El mandatario expresó en una rueda de prensa internacional que «fuentes de inteligencia colombiana» le informaron a las autoridades venezolanas «que se estaba preparando un atentado» para matarlo «en vivo y directo».
«Desde la Casa de Nariño (sede del Gobierno colombiano), Iván Duque participó de los planes para asesinarme el mismo día de las elecciones. Todo está en fase de investigación avanzada», agregó.
El pasado domingo, Maduro sufragó en la Escuela Ecológica Simón Rodríguez, ubicada en el complejo militar de Fuerte Tiuna, en Caracas. En los comicios anteriores lo había hecho en la Escuela Miguel Antonio Caro, ubicada en el sector populoso de Catia, también en la capital venezolana.
Las autoridades venezolanas y el propio Maduro han denunciado en varias oportunidades los planes presuntamente organizados por los sectores más radicales de la oposición, con apoyo de los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos, para atentar contra su vida. En agosto de 2018, los cuerpos de seguridad del país bolivariano frustraron un intento de magnicidio durante un acto presidencial en Caracas.
Acompañantes electorales varados
Durante el encuentro con la prensa internacional, el mandatario se refirió al retraso de horas que sufrió el grupo de veedores internacionales que estuvieron en las parlamentarias, debido a que Colombia cerró su espacio aéreo y el avión que los llevaría a México no pudo despegar a su hora.
«Son cosas que pasan por la obsesión enfermiza de Duque. Es el presidente colombiano que más odia a Venezuela. No se a quien odia mas: si a Venezuela o a Colombia», aseveró.
El presidente manifestó que el asunto ya se había resuelto y expresó su solidaridad con los «observadores que fueron agredidos por el Gobierno colombiano».
«Colombia quisiera una guerra con Venezuela pero no ha podido», dijo, y recordó que decenas de aviones que vienen del país vecino surcan el espacio aéreo de Venezuela y «no pasa nada».
«No hay grupos armados de Colombia en Venezuela»
Maduro negó categóricamente la presencia de disidentes en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en su país, como ha sido señalado recientemente por algunos medios.
«No aceptaremos ningún grupo armado de Colombia en suelo venezolano. Los uniformes solo pueden ser usados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana», sostuvo.
Explicó que aunque la frontera entre ambas naciones es «porosa», y que través de ella «se mueve todo el delito que viene de Colombia», «cualquier grupo que esté en suelo venezolano será capturado».
«Batalla entre el orgullo y la sensatez»
Al analizar las reacciones de algunos países tras las elecciones, dijo que en estos momentos debe haber una «gran batalla entre el ego, el orgullo y la sensatez» de aquellos «países minoritarios que apoyaron un fantasioso Gobierno interino» del diputado opositor Juan Guaidó.
El presidente venezolano hizo referencia a un comunicado de prensa donde el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, desconoce los resultados de legislativas, en las que el bloque chavista obtuvo casi 70 % de la votación, por considerar que el proceso no fue «creíble, inclusivo o transparente».
El mandatario afirmó que el texto «es una pelea entre el orgullo imperial de la UE y la sensatez de que el diálogo debe imponerse y debe respetarse la independencia del país».
Impedir las parlamentarias
El jefe de Estado venezolano denunció que la Administración estadounidense tenía como propósito «impedir la realización de las elecciones de la Asamblea Nacional», a través «un plan para llenar de violencia de sangre» sofocado por «las instituciones y el pueblo venezolano», afirmó.
Aseguró que Estados Unidos mantiene una «guerra multifactorial» contra el país bolivariano, que ha sido financiada con «millones de dólares» que han sido entregados a la oposición radical venezolana.
El mandatario afirmó que el texto «es una pelea entre el orgullo imperial de la UE y la sensatez de que el diálogo debe imponerse y debe respetarse la independencia del país».